En el marco de un trabajo en conjunto del Ministerio de Seguridad, la Vicejefatura de Gabinete del Interior y el Ministerio de Justicia, con la acción de la Policía Federal Argentina y la Agregaduría Policial de Italia, fue detenido en la Ciudad de Buenos Aires el ciudadano italiano Leonardo Bertulazzi, uno de los prófugos más buscados por la Justicia italiana y europea.
El Ex miembro del grupo terrorista Brigadas Rojas, Bertulazzi es responsable de crímenes que atentaron contra los valores democráticos y la vida de múltiples víctimas. Su captura, producto de un profundo trabajo de inteligencia llevado adelante por el Ministerio de Seguridad de la Nación, a través la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, la exhaustiva labor del Ministerio de Justicia y la Vicejefatura de Gabinete del Interior, quien se encargó de retirarle al terrorista su reconocimiento como refugiado político, marcando así un compromiso firme del Estado Argentino con la justicia.
El detenido de 73 años, se encontraba en Argentina bajo una resolución de refugio otorgada por la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), fue localizado y detenido luego de que dicha resolución fuera levantada por las autoridades del Gobierno nacional. La captura fue resultado de un esfuerzo coordinado entre dichas carteras y las autoridades italianas, permitiendo su aprehensión en su domicilio ubicado en la Ciudad de Buenos Aires.
Leonardo Bertulazzi es un ex integrante de las Brigadas Rojas, una organización terrorista responsable de numerosos hechos de violencia en Italia durante las décadas de 1970 y 1980. Entre los crímenes más resonantes del grupo se encuentra el secuestro y posterior asesinato del ex primer ministro de Italia, Aldo Moro, en 1978. Bertulazzi, quien ocupaba un alto rango dentro de la organización, estuvo vinculado a la logística del secuestro de Moro.
La premier italiana, Giorgia Meloni, expresó «su profundo agradecimiento a las autoridades argentinas por haber llevado a cabo la detención del ex terrorista.
El ahora detenido ya había sido capturado en Argentina en el año 2002, pero se encontraba beneficiado por una resolución de refugio que impidió su extradición en aquel momento. Gracias a la colaboración internacional y al trabajo minucioso del Gobierno Argentino, se ha logrado cerrar este capítulo y poner fin a su situación de impunidad.