En el marco de la estrategia de rediseño e implementación de cambios estructurales en las Fuerzas de Seguridad Federales, el Ministerio de Seguridad ha desarrollado un proceso de transformación institucional orientado a mejorar la capacidad operativa, fortalecer las competencias profesionales, desburocratizar las estructuras y modernizar el equipamiento. Este proceso tiene como objetivo incidir de manera positiva y contundente en los indicadores de violencia y homicidios, reducir delitos y mantener el orden público.
Dentro de este contexto, contar con una estructura de mando alineada con estos lineamientos resulta esencial para alcanzar los objetivos de gestión. En particular, en lo que respecta a la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), las recientes decisiones sobre la nueva cúpula de mando, incluyendo la designación del Comandante General (R) Claudio Miguel Brilloni como Director Nacional y del Comandante General Aníbal Ariel Bronzetti como Director General de Operaciones, se fundamentan en las siguientes razones:
Amplio conocimiento de la Fuerza: El Comandante General (R) Brilloni posee un profundo entendimiento de la Gendarmería Nacional, así como de las necesidades de cambio en su estructura, procesos y acciones operativas en las zonas más críticas y sensibles para la gestión de la seguridad en el país. Por su parte, el Comandante General Bronzetti, con más de dos décadas de servicio, ha demostrado un conocimiento exhaustivo de las operaciones de la Fuerza y una visión estratégica clave para optimizar su desempeño.
Capacidad de mando probada: A lo largo de sus 38 años de carrera en la fuerza, Brilloni ha demostrado su capacidad de liderazgo en roles clave, como Director General de Operaciones, Jefe de la Región I y VIII de la GNA, Responsable de la coordinación de las Fuerzas Federales en Rosario, Director de Inteligencia, Jefe del Operativo Cinturón Sur en la Provincia de Buenos Aires y Jefe de Investigaciones Judiciales, entre otros. Bronzetti, promovido al grado de Comandante General el 31 de diciembre de 2022, ha cumplido tareas esenciales en la Dirección General de Operaciones, donde ha sido fundamental en la planificación y ejecución de operaciones de alto impacto en áreas de alta criminalidad.
Equilibrio entre perfil operativo y capacidad investigativa: Brilloni ha demostrado un balance destacado entre sus habilidades operativas y su capacidad investigativa, desempeñándose en las principales zonas de acción de la GNA. Bronzetti, conocido por su enfoque meticuloso en operaciones tácticas y su habilidad para integrar la inteligencia operativa en la planificación estratégica, complementa perfectamente la nueva estructura de mando.
Conocimiento de los contextos de violencia e inseguridad: La experiencia de Brilloni en la gestión de la seguridad en áreas críticas como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, la Ciudad de Rosario, la Hidrovía y las provincias de frontera como Salta y Jujuy, lo convierte en una figura clave para dirigir la Gendarmería Nacional en el actual contexto. Bronzetti, con su experiencia en la conducción de operaciones en entornos complejos y en la respuesta rápida a crisis de seguridad, refuerza esta capacidad.
Reafirmación de los valores institucionales: Brilloni tiene la capacidad para imprimir y devolver a la GNA los valores propios de la institución y el espíritu de cuerpo que la caracteriza. Asimismo, Bronzetti, reconocido por su integridad y compromiso con los principios éticos de la Fuerza, contribuirá a consolidar la cultura institucional en todos los niveles operativos.
Experiencia como activo esencial: La trayectoria y condición de Brilloni y Bronzetti constituyen activos esenciales para su designación en los desafíos actuales que enfrenta la Fuerza. La combinación de experiencia, liderazgo y visión estratégica en ambos oficiales superiores asegura que la Gendarmería Nacional Argentina está en manos competentes y comprometidas con la seguridad de la Nación.