Mónica Fein recibió a las actrices Dolores Fonzi y Muriel Santa Ana y a la diputada Victoria Donda, quienes visitaron la maternidad del Roque Sáenz Peña y dialogaron con autoridades sanitarias.
La intendenta Mónica Fein, junto a representantes de los equipos de salud municipal y provincial, recibió este lunes 2 de julio a las actrices Dolores Fonzi y Muriel Santa Ana y a la diputada Victoria Donda, referentes en la búsqueda de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo –que ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados–, quienes se interesaron por conocer un sistema de salud pública donde se garantiza el acceso a los derechos de salud sexual y reproductiva en todas sus instancias.
“Para nosotros es un orgullo mostrar un sistema de salud que a ellas les asombra porque respeta a las mujeres, a las personas, a los niños. Estamos muy contentos de poder mostrarles que en Rosario estamos trabajando hace muchos años con educación sexual, con accesibilidad a la anticoncepción y acompañando a cada mujer en sus decisiones”, explicó Fein.
“La salud pública rosarina es un ejemplo a nivel nacional”, coincidieron las referentes al ser consultadas por la motivación de su visita. Reunidas con la intendenta, el secretario de Salud Pública municipal, Leonardo Caruana, el director del área de Salud Sexual, Daniel Teppaz, la ministra de Salud de la Provincia, Andrea Uboldi, e integrantes de los equipos de salud municipal y provincial, las visitantes recibieron información sobre cómo funciona el sistema de salud pública, sobre todo en materia de derechos sexuales y reproductivos.
Desde la creación del Programa de Procreación Responsable en 1996, el municipio delinea sus acciones tomando la perspectiva de género, priorizando el acceso a los métodos anticonceptivos, la instrucción sobre su uso y la promoción de la salud, como parte fundamental de la política de salud. Es por eso que, según afirmó Daniel Teppaz, en caso de aprobarse la ley, Rosario sólo debería hacer una adaptación mínima de su sistema existente para garantizar su cumplimiento.
Luego, las referentes visitaron la flamante maternidad del Hospital Roque Sáenz Peña, donde “han visto la sala de pre-parto, parto y recuperación, han escuchado a los equipos cómo acompañan y respetan la historia y la vida de cada mujer, y han visto también cómo trabajan las consejerías”, según describió la intendenta.
“Para nosotras es muy importante. Tuvimos la oportunidad de escuchar en vivo, si bien ya los habíamos escuchado en las exposiciones en Diputados, y ver cómo funciona la ley, cómo se amplían estos derechos, cómo se las acompaña en sus decisiones ante un embarazo. Es un sistema extraordinario, maravilloso, y nos vamos con mucho aprendizaje”, aseguró Muriel Santa Ana luego de la recorrida.
Al momento de señalar aquello que más las había sorprendido del sistema de salud pública rosarino, las actrices valoraron “el acompañamiento, que haya centros de salud cerca en los barrios, que las personas puedan tener un turno asignado para atenderse, que haya asistencia personalizada y que esté a la mano de todos”, y “la entrega de anticonceptivos, el tema del seguimiento sobre todo en los casos de niñas de entre 10 y 15 años”.
“Es importante visibilizar cómo funciona para ahuyentar los miedos y los fantasmas de que esta ley no se podría ejecutar. Acá hay un ejemplo de cómo sí es posible y está bueno que todo el mundo se entere”, concluyó Dolores Fonzi.»Nos preguntaron cómo es el protocolo de interrupción voluntaria del embarazo, dentro de lo que marca la ley, y han podido conversar con todos los equipos para ver cómo se escucha, cómo se vincula y cómo se procede. No es un decreto de un gobierno sino que es una construcción de todos los que forman parte de un gran sistema de salud como es el de Rosario», resumió Fein.
Políticas de género y salud sexual de las mujeres en Rosario
Rosario es una ciudad pionera en políticas públicas orientadas a la construcción de ciudadanía en materia de derechos sexuales y reproductivos, construcción desarrollada en conjunto con distintos actores, organizaciones de mujeres, legisladores, que fueron entrelazando discusiones y estrategias para su constitución.
En ese marco, en el año 1996, con la aprobación de la ordenanza N°6244 que crea el Programa de Procreación Responsable, Rosario se transformó en la primera ciudad del país en contar con una norma del Concejo municipal sobre salud reproductiva, en delinear sus acciones tomando la perspectiva de género, priorizando el acceso a los métodos anticonceptivos, la instrucción sobre su uso y la promoción de la salud, como parte fundamental de la política de salud. Hacia 1997, y en el marco del Programa de Procreación Responsable, se crea el Programa de Salud Integral de la mujer, dando cuenta de un abordaje más amplio.
Actualmente, unas 30 mil mujeres retiran sus métodos anticonceptivos mensualmente en los centros de salud municipales, cerca de su casa. Además, desde el año 2007 se comenzó a aplicar el protocolo para garantizar los abortos legales, seguros y gratuitos y, a partir de 2012, con la compra de Misoprostol, se redujo a cero el número de muertes de mujeres por complicaciones en abortos.
Otro hito destacado fue, en el año 2011, la creación del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), que tiene como objetivos fundamentales la promoción de las garantías para el ejercicio de derechos y la prevención de las violencias hacia las mujeres.
Por otra parte, con el foco en los sectores más vulnerables, la ciudad viene trabajando en la problemática de los embarazos no intencionales de adolescentes entre los 10 a los 15 años, donde existen situaciones de violencia intrafamiliar, abuso y embarazo forzado.
En Argentina entre 2006 y 2015 la tasa de fecundidad adolescente se ubica en el 68 por mil, muy superior al promedio que la ONU adjudica a las regiones menos desarrolladas, donde se producen 48 embarazos cada mil.
En Rosario, en tanto, el panorama es diferente: en 2016, la tasa de fecundidad adolescente fue de 53 embarazos cada mil. Según los datos del municipio, los números vienen en franco retroceso desde hace una década. En 2008, por ejemplo, la tasa estaba instalada en 63,4 por mil adolescentes entre 15 y 19 años, mientras que en 2015 ya había bajado a 54,2 mil (adolescentes entre 15 y 19 años). En el caso de la tasa de fecundidad adolescente -que mide la cantidad de menores que tuvieron un bebé frente a la población total de la misma edad- los indicadores también muestran en la ciudad una tendencia decreciente desde 2008.
Esto se complementa con políticas orientadas a garantizar el derecho de las mujeres a elegir cómo parir, con quién y respetando sus tiempos, sin poner la tecnología y el medicamento por encima del ciudado.