Se trata de un profesional rosarino que se desempeña en la organización “Médicos sin Fronteras”.
Con una ceremonia realizada en el recinto de sesiones “Raúl Ricardo Alfonsín” del Palacio Vasallo, el Concejo Municipal declaró Ciudadano Distinguido de la ciudad a Paulo Milanesio, rosarino con amplia trayectoria, dedicado a brindar ayuda humanitaria en países en situaciones de crisis, guerras, pobreza y extrema vulnerabilidad.
El acto fue presidido desde el estrado por el concejal autor de la iniciativa, Alejandro Rosselló, de Unión PRO-Juntos por el Cambio; y la diputada nacional y exconcejala Germana Figueroa Casas. En tanto, en el palco de honor “Manuel Belgrano” se ubicó el homenajeado; mientras que las bancas fueron ocupadas por familiares, amigos, entre los que se encontraba el arquero de Rosario Central, Jorge Broun.
Cabe mencionar que la parte dispositiva del decreto de distinción declara “Ciudadano Distinguido de la ciudad de Rosario al Sr. Paulo Milanesio, en virtud de su reconocida trayectoria dentro del sector humanitario y la organización de Médicos sin Fronteras”.
Por su parte, el edil Rosselló reconoció la emoción que le representó esta distinción; y confesó que la iniciativa se originó por una nota radial que daba cuenta de la figura de Paulo Milanesio y su labor en la mencionada organización humanitaria.
“Es un reconocimiento que te hace la ciudad. Qué mejor que reconocer a alguien que entrega su vida en favor de los demás”, se preguntó.
Por otra parte aseguró que el homenajeado tiene una vida fascinante, y destacó que una de las características de nuestra ciudad es la promoción de la solidaridad.
Más tarde, confesó Rosselló ser colaborador de la organización Médicos sin Fronteras, y reiteró los elogios a Milanesio.
“Tiene la valentía de una persona que arriesga todo en favor de los demás, que resigna otras cuestiones, como la familia. Tiene la categoría más alta que puede tener un ser humano. Hacer las cosas por los demás”, culminó el edil.
Luego fue el turno de Bruno Milanesio, hermano del homenajeado. “Yo soy la calma, y Paulo es revolución”, dijo visiblemente emocionado.
Seguidamente recordó los años del Instituto Politécnico, el rock, el futsal, y otras actividades de los años de juventud.
“Sos una persona que deja una huella, y hoy te damos ese cariño”, concluyó.
Seguidamente se pasó a la instancia formal del acto. Rosselló junto a Figueroa Casas hicieron entrega a Paulo Milanesio de los atributos del Concejo Municipal correspondientes a esta distinción, en este caso decreto con copia del texto legal, diploma de distinción enmarcado, una bandera argentina y una mate del Concejo Municipal a modo de obsequio protocolar.
Al comienzo de sus palabras, y previo a la emoción generalizada que generó su alocución, aseguró “no estar preparado a los escenarios”.
“La vida te pone enfrente de las cosas. Esto – en alusión a la distinción – es una responsabilidad grande, por lo que transmito, por representar a Rosario. Donde vaya voy a hacer el mejor rosarino que pueda ser. Quiero agradecer a cada uno de ustedes, porque son el por qué. Pero debería ser al revés, todos ustedes acá en el escenario y yo aplaudiendo a ustedes, porque no se llega solo”, expresó.
Más tarde contó una historia vivida en Mozambique, en el sureste de África, lugar en el que debió sortear la violencia del Estado Islámico y en el que pudo enfrentar las adversidades con acciones plagadas de humanidad, solidaridad y empatía con los más necesitados. “No hay que irse lejos para ser buena persona”, aconsejó.
A su vez, recordó a su mamá, y se fundió en un abrazo con su padre en el final de la ceremonia.
Paulo Milanesio nació en Rosario, se recibió como Ingeniero Civil en la Universidad Nacional de Rosario. Tiene un Magíster en Tecnologías para el Desarrollo Humano y la Cooperación Internacional.
En 2008, con 23 años dejó su ciudad natal y emprendió un viaje donde encontró su vocación aplicando sus conocimientos técnicos en la ayuda humanitaria, comenzando su carrera humanitaria dentro de Ingeniería Sin Fronteras de España, en primer lugar como Ingeniero, especializado en el abastecimiento de agua en zonas rurales de países en desarrollo y finalmente como Coordinador General de Emergencias Humanitarias para Médicos Sin Fronteras.
Desde fines de 2014 gestionó Programas en el sector de emergencias humanitarias en Mozambique, Guatemala y Camerún, liderando consultorías técnicas en zonas rurales.
En 2021 y 2022 fue Jefe de Misión en la Región Suroeste de Camerún como representante de la institución de Médicos Sin Fronteras.
Prolongó su experiencia en Mozambique en el año 2021 acompañando y asistiendo a personas y familias completas que tuvieron que huir de sus hogares, buscar refugio y re-asentarse en otros lugares por la intensa violencia armada.
En sus 11 años de trayectoria dentro del sector humanitario su rol fundamental ha sido brindar ayuda humanitaria en diferentes lugares del mundo donde no solo cuentan con condiciones médicas básicas, brindándoles agua potable, alimentos, refugio o materiales para construir una vivienda.
En su rol puede enviar medicamentos, montar un hospital, garantizar que no haya secuestros, retenciones o ataques a los coches que utilizan para asistencia. Colabora con la distribución de kits de ayudas para personas recién desplazadas, con promoción de la salud y la prevención de propagación de enfermedades como el cólera y la malaria, también ofreciendo apoyo psicológico.
Día a día se enfrenta junto a sus compañeros a diferentes ofensivas y bombardeos donde están expuestos a perder la vida salvando a otros en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Actualmente se desempeña como Coordinador de Campo / Jefe de Misión en Emergencias Humanitarias dando respuesta de Salud Pública con Médicos sin Fronteras, habiendo trabajado en diferentes contextos como Camerún y Yemen. Es líder de grupo y trabaja con metodologías participativas, con experiencia en trabajo de campo en distintos contextos.
Desde hace más de 50 años la agrupación Médicos Sin Fronteras, que fue premiada con el “Nobel de la Paz” se dedica a la acción médico-humanitaria interviniendo en conflictos y atendiendo a poblaciones que sufren epidemias, desastres naturales, falta de acceso a la salud o son forzadas a huir. Día a día luchan para ayudar y defender a millones de personas que sobreviven a la emergencia humanitaria, a la violencia, a la criminalización o a la deshumanización.