Covid-19: El municipio realizó una charla virtual sobre prevención en bares y restaurantes

Fue en el marco de un consejo barrial interdistrital, donde referentes de la actividad gastronómica dialogaron con equipos de la Secretaría de Salud sobre los protocolos propios del rubro.

Este lunes 24 de agosto, responsables de diferentes bares y restaurantes de la ciudad participaron de un encuentro virtual con autoridades de la Secretaría de Salud Pública, durante el que intercambiaron ideas y experiencias sobre las medidas de prevención de contagios de la Covid-19 en el funcionamiento de la actividad gastronómica.

El encuentro formó parte de los Consejos Barriales, espacios de diálogo permanente que la Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Modernización y Cercanía, sostiene con vecinas, vecinos e instituciones de todos los barrios de la ciudad, así como con diferentes actores que aportan al cuidado de la niñez, la mejora del espacio público, el respeto de las normas y la innovación en la resolución de problemas propios de cada lugar. Y que este año, a raíz de la pandemia de coronavirus y el aislamiento imperante, se desarrollan con modalidad virtual.

“Nos sirven mucho sus aportes para que a nosotros, al Estado, tampoco se nos cristalice en las oficinas y podamos intentar ver una perspectiva de la realidad más profunda”, expresó el titular de la cartera sanitaria local, Leonardo Caruana, tras agradecer a los participantes la adhesión a la convocatoria.

Por su parte, la subsecretaria de Salud, Soledad Rodríguez, valoró la actitud de los responsables del rubro gastronómico a la hora de poner en práctica las medidas preventivas difundidas y recomendadas desde la reanudación de la actividad de bares y restaurantes. “Es visible el esfuerzo por organizar una práctica que, culturalmente, es más descontracturada. Hoy nosotros mismos, como ciudadanos, recorremos bares y restaurantes y vemos cómo ha cambiado la práctica. Eso impacta mucho en el cuidado que queremos garantizar a los ciudadanos”, aseguró.

A su turno, el infectólogo Damián Águila destacó la importancia de estos espacios de diálogo, en tanto que ayudan a comprender y permiten hacer comprender a muchos ciudadanos el verdadero sentido de las medidas establecidas por las autoridades sanitarias. “En estas reuniones apelamos a hablar con ustedes para que también quienes participan sean agentes de difusión del cuidado para sus compañeros de trabajo, sus comensales, sus empleados, de una forma reflexiva más que como una bajada de línea”, explicó el especialista, y añadió: “La clave es entender por qué hacemos cada cosa. Si nosotros logramos que la gente entienda por qué tiene que tomar determinado cuidado, va a ser más fácil que lo cumpla».

 

Aportes de los referentes

Entre las intervenciones de las y los participantes, hubo coincidencia sobre la necesidad de pensar en la utilización de aplicaciones o sistemas de registro digital de los datos de los visitantes de bares, a fin de evitar la falsificación de información, pero también para tener la posibilidad de un contacto más inmediato y permanente dirigido a difundir las medidas preventivas de los clientes.

Otra de las ideas planteadas fue la posibilidad de ampliar los horarios de atención de lugares gastronómicos y los espacios de ocupación en las veredas o dentro de los mismos locales, con el objetivo de ofrecer mayor cantidad de alternativas a las reuniones en hogares que, generalmente, son las que están fuera de la posibilidad del control de los protocolos.

 

Criterios de prevención

A lo largo del encuentro, las autoridades sanitarias explicaron detalladamente los criterios sobre los cuales se establecen las medidas preventivas vigentes y que también sirven para orientar el proceder diario de las actividades en cuestión. En ese sentido, presentaron la trazabilidad, la respuesta a la contingencia y la reducción de daño como ejes a tener en cuenta para la comprensión genuina de los protocolos y la incorporación de los mismos por parte de todos los actores involucrados en el funcionamiento de bares y restaurantes.

“Uno de los puntos del protocolo es la trazabilidad. Esto significa que cada bar o restaurante puedan tener diariamente un registro de las personas que han acudido a ese lugar, no solo nombre y apellido sino también dirección y un teléfono de contacto”, precisó González, al tiempo que explicó que, ante la emergencia de un caso que ha frecuentado un bar determinado, esa información permite encontrar con mayor facilidad a personas que puedan estar en riesgo de ser transmisoras.

En cuanto a las respuestas ante las contingencias, los responsables de la disertación enfatizaron la necesidad de conocer bien y tener bien identificados los pasos a seguir ante la presencia de una persona que empieza a sentirse mal en el marco de una actividad de encuentro propia de los bares o restaurantes.

Tales indicaciones tienen por objetivo procurar que la persona que manifieste algún síntoma de malestar sea separada del resto y, utilizando la protección adecuada, pueda dirigirse a su hogar esperando la atención. También que si el malestar es más agudo, los referentes del lugar deben actuar, como se hace ante cualquier manifestación de malestar, dando aviso inmediato al sistema de emergencia. “Esto que parece simple, si no lo tenemos previsto y particularizado, hace que en el momento de actuar rápidamente seamos menos efectivos”, destacó González.

En relación a la reducción de daño, los disertantes lo definieron como el deber de “garantizar que actividades que tienen un riesgo, ese riesgo esté minimizado al máximo posible, dentro de lo que se permita en un lugar y un momento determinado.”

Este último punto contempla las medidas de protección personal, tanto de quienes asisten como de las personas que acuden. En este sentido, compete a las empresas gastronómicas velar porque el modelo de tapabocas que utiliza el personal cubra bien nariz, boca y mentón; priorizar la ocupación de espacios al aire libre o lugares ventilados, así como garantizar la distancia entre mesas o personas.