La concejala Susana Rueda, de Rosario Progresista, presentó un proyecto a través del cual propone la implementación de un modelo de Aislamiento Selectivo, Planificado e Intermitente (ASPI) en Rosario y en las poblaciones y departamentos de la región que los gobiernos locales y provincial considere conveniente con relación a los números de contagios y fallecimientos que se están produciendo por la pandemia de Covid-19.
La iniciativa obedece al notorio aumento de casos en nuestra ciudad y región, a la situación crítica del sistema de salud y al insistente reclamo e interpelación del personal de salud pública y privada al modelo que se viene aplicando de apertura, cierre y autorización de actividades.
El objetivo de la aplicación de este modelo de aislamiento selectivo, planificado e intermitente sigue siendo el de disminuir los contagios y fallecimientos de personas por Covid-19, estableciendo de manera clara y ampliamente difundida, con antelación, los momentos (fechas) de cierre y de apertura, las actividades permitidas en ambos momentos; la forma en que pueden desarrollarse estas actividades; los cuidados necesarios para realizarlas y las actividades no permitidas en ambos momentos. Todo planificado en el tiempo de manera tal que posibilite la planificación y certidumbre de cuándo y cómo a la población o a los sectores de deben abrir o cancelar momentaneamente sus actividades.
El proyecto considera que el modelo aplicado hasta el momento no ha garantizado el control de los contagios, sino que ha introducido incertidumbre en la ciudadanía. Este esquema implica la idea de avance y retroceso, de manera tal que ante la aplicación de restricciones necesarias en un período determinado, se genera una sensación de estancamiento o se comprende que los pequeños avances son luego dinamitados por retrocesos.
En cambio, un modelo de intermitencia implica el diseño de una estrategia a partir de períodos de cierre y otros de apertura de actividades, debidamente planificados y comunicados con antelación, con el objetivo de controlar el desarrollo de los contagios y lograr mitigar el aumento exponencial de casos y los consecuentes fallecimientos. De esta manera, no se plantean avances ni retrocesos, sino que se pretende establecer una estrategia planificada, con objetivos ciertos, predecibles y con un calendario de aperturas y restricciones. Esto permitiría enfrentar esta difícil situación hasta tanto haya una vacuna o un tratamiento adecuado, disminuyendo la cantidad de fallecimientos.
Este modelo ASPI está basado en una formula matemática denominada SEIRD, creada por científicos del Conicet y mediante la cual se muestra la dinámica de reproducción del virus en una población determinada y que demuestra que aplicando el aislamiento selectivo, planificado e intermitente, se puede bajar considerablemente tanto los contagios como los fallecimientos.
Un ejemplo hecho a nivel nacional y suponiendo que se continuará con las mismas medidas, hacia finales de enero habría 28.000 casos diarios y 90.000 fallecimientos acumulados. En cambio, con la implementación del ASPI, habría 2500 casos diarios y 45.000 fallecimientos acumulados. En conclusión, se evitarían 45.000 fallecimientos según los datos ofrecidos por científicos del Conicet y las conferencias de la Iniciativa por el Resguardo de los Derechos Humanos Covid-19 (IRDH).