En 2016, el hoy diputado nacional fue una de las pocas voces críticas de las políticas de Macri. Ahora dice que la Argentina debe migrar de un capitalismo financiero a uno “industrial”. En diálogo con Legisladores.com.ar se refirió al proyecto de Emergencia Alimentaria, y recordó el debate sobre el aborto: “Me hubiera gustado que la amplitud” que se tiene ahora con Lavagna y Urtubey “la hayan tenido conmigo”.
El diputado nacional, Luis Contigiani asegura que el “país está viviendo una situación muy difícil en lo social, económico y laboral, fruto de 40 años de estancamiento y de una política económica que representa la peor versión de ese estancamiento”.
Ante esa realidad, la cual fue anticipada en 2016 por el entonces ministro de la Producción de Santa Fe, propone que “la Argentina se vuelva a centrar en un capitalismo industrial, y productivo, que defienda el trabajo, y ponga el foco en la economía interna”.
Pero en el mientras tanto, pide a la dirigencia hacerse “cargo de la deuda social, por eso es necesario discutir la contención social, y una emergencia alimentaria, y a partir de allí, plantearnos nuevos fundamentos políticos, sociales y económicos, que nos permita romper estas políticas que fracasaron, y volver a ser un país que recupere la cultura del trabajo y la producción”, sintetizó Contigiani en diálogo con Legisladores.com.ar.
En los últimos días, Contigiani junto a otros legisladores, propuso prorrogar la Emergencia Alimentaria hasta el 31 de diciembre de 2021: “El proyecto que presento tiende a crear, no sólo acciones, sino también organismos que faciliten la llegada de la ayuda alimentaria en forma más rápida y eficaz a los comedores, merenderos y a la sociedad civil en general”.
El legislador pidió que “antes de discutir la refinanciación de la deuda, el FMI, o reperfilar, hay que priorizar la contención social; nuestro país se encuentra en una grave situación de emergencia alimentaria y nutricional por el aumento de la indigencia, la pobreza y la desocupación. La aceleración del proceso inflacionario y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de quienes aún son asalariados, la devaluación de la moneda, el ascenso del índice de desempleo, de pobreza y de indigencia, son todas consecuencias derivadas de un proceso macroeconómico que viene deteriorando la economía nacional desde hace años, sin interrupción”.
Contigiani analizó que los datos de la cuestión alimentaria a nivel nacional son de “una enorme gravedad”, y los daños que produce la situación no son sólo presentes sino susceptibles de proyectarse a futuro. “La alimentación deficitaria en la niñez temprana es una cuestión denunciada y estudiada desde hace años por entidades relacionadas con la temática”, alertó.
Crónica anunciada
A fines de 2015, Contigiani asumió como ministro de la Producción de Santa Fe en la gestión de Miguel Lifschitz, y desde el principio comenzó a alertar sobre las medidas aplicadas por el presidente Mauricio Macri.
“Me tocó ser, a principios de los 2016, una de las pocas voces del país que puso en duda los fundamentos económicos del proyecto (del presidente Mauricio) Macri”, con medidas como la “implementación de un monetarismo tardío, que produjo una abrupta caída de la actividad económica, y una burbuja financiera”.
Contigiani indicó que otras de las medidas de criticó de Macri y sobre las que alertó fue “la desregulación de todo el circuito financiero”, sumado a “reinstalar la «teoría del derrame», con inversiones externas que nos iban a salvar”, además “denostar el Estado y todo lo público”, y no valorar “la economía del mercado interno”.
“El macrismo optó por las peores versiones y políticas de los últimos 40 años del estancamiento argentino. Es cierto que Argentina está estancada hace 40 años, lo que explica que casi 14 millones de personas estén en la pobreza, eso lo tenemos desde 1974 o 1975 a la fecha, y Macri representó en estos tres años y medio las peores versiones políticas y económicas de esa línea”.
Argentina “lleva 40 años de capitalismo rentístico o financiero” que ha “dejado una secuela muy perjudicial para el pueblo argentino”, y convocó a redirigir el país hacia un “capitalismo industrialista, como tuvimos en el siglo XX (del 1943 a 1974), que supo tener 4 por ciento de pobres, donde Argentina tenía como sustento un proceso de sustitución de importaciones”.
Legisladores.com.ar preguntó si en el gobierno de Macri hubo errores o todo se trató de un plan, y en este sentido analizó: “Hubo de todo, hay intereses, en estos tres años y medio hubo sectores altamente beneficiados, y también hay un sesgo ideológico, no hago una lectura en blanco o negro. En este proceso, en reuniones con representantes del gobierno nacional, pude notar que estaban convencidos de la teoría del derrame, que el mercado ordena todo e iba a sacar a la Argentina adelante”.
“El desafío es que la próxima etapa sea de mucho diálogo, para romper, de una vez por todas, las bases y fundamentos de estos 40 años de estancamiento, y pasar de lo financiero a lo industrial. A la tarea que viene la denomino como de alta política, y altos conceptos estratégico, y a partir de acomodar la macroeconomía, poner a la Argentina de vuelta en los procesos productos, tanto de mercado interno como exportador”, propuso Contigiani.
Un voto que cambió muchas cosas
En junio de 2018 se debatió en la Cámara de Diputados el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (aborto) que generó disidencias, y fracturas en el Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS).
El diputado por Santa Fe votó en contra de la legalización y la decisión generó la inmediata “indignación” de la conducción del Partido Socialista (PS), que trató por todos los medios, de manera infructuosa, de persuadir al diputado para que revea su posición.
“Hubo un linchamiento mediático hacia mi persona, pero no tengo ningún reproche, ni rencor, porque siempre entendí esta situación en términos políticos, siempre entendí los riesgos políticos de tener la posición que defendí”, dijo Contigiani.
En ese sentido, el legislador dijo que “le hubiera gustado que la amplitud que se tiene ahora, por ejemplo, con Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey (fórmula presidencial apoyada por el PS), la hayan tenido conmigo. Pero se dio así, lo asumo, no soy víctima de nada, pero obedecía a una convicción profunda, y prefiero tener ahora dificultades políticas, y no tener contradicciones o estar vaciado de principios”.