Condenaron a 48 años de prisión al líder del clan Benítez por abusar y torturar a dos mujeres

El líder del denominado «Clan Benítez», Fernando Benítez, fue condenado a la pena de 48 años de prisión por haber abusado sexualmente y torturado a dos mujeres a las que mantuvo cautivas el año pasado, con la colaboración de su madre y de su hermano en su casa de Bahía Blanca.

En el mismo juicio, llevado adelante por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de esa ciudad, fueron condenados a 13 años de prisión la madre de Benítez, Nélida Esther Llanos (66), y su hermano, Gonzalo Benítez (26), como partícipes necesarios de la privación ilegal de las mujeres. No obstante, ambos permanecerán en libertad hasta que la sentencia quede firme.

 

Los jueces condenaron al líder del clan familiar como autor de los delitos de «privación ilegítima de la libertad agravada, tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género y abuso sexual con acceso carnal reiterado en concurso real» en perjuicio de Aldana García (18) y de Andrea Santa Cruz (23), quienes habían sido sus parejas.

 

Tras escuchar las penas, la abogada de García, Viviana Lozano, consideró que se trata de un «fallo histórico» en un caso de violencia de género.

 

La condena impuesta por los magistrados Ricardo Gutiérrez, Hugo De Rosa y Claudia Fortunatti es apenas menor a la requerida por la fiscal de Delitos Sexuales del juicio, Marina Lara, quien en su alegato había solicitado que se condene a 50 años de prisión al mayor de los Benítez.

 

En tanto, los jueces absolvieron al mismo acusado por el delito de «suministro gratuito de estupefacientes» a las víctimas.

 

Al concluir la audiencia, la fiscal Lara dijo estar «conforme» con el veredicto y la elevada pena impuesta al líder del clan, debido a la gravedad de los hechos cometidos.

 

«Los hechos han sido sumamente aberrantes, inhumanos, no hay forma de calificar un comportamiento de estas características», expresó la representante del Ministerio Público bahiense.

 

La investigación de los hechos se inició el 26 de marzo del año pasado, cuando García logró escapar de la vivienda de la familia Benítez donde había estado secuestrada y había sido sometida a abusos sexuales.

 

Debido a la gravedad de las heridas que presentaba, la víctima fue internada en terapia intensiva, aunque antes de perder el conocimiento logró revelar el lugar dónde había estado y nombró a Fernando Benítez como el autor del hecho, por lo que los investigadores allanaron el domicilio del sospechoso.

 

Casi al mismo tiempo que la Policía llegó a la casa, la madre de los hermanos Benítez llamó al 911 para decir que en el patio había «una chica mordida por perros», con la intención de desligarse de los hechos.

 

Cuando los policías ingresaron a la vivienda encontraron a Santa Cruz también herida y efectivamente mordida por animales, motivo por el cual detuvieron a los tres integrantes de la familia Benítez.

 

Durante la investigación llevada a cabo por la fiscalía se determinó que ambas mujeres habían sido pareja de Fernando Benítez, que las dos habían sido capturadas y que «estaban permanentemente amenazadas de muerte».

 

Para la fiscal Lara el propósito del líder del clan «era darles muerte», ya que ambas presentaban golpes en la cabeza y en el cuerpo y mordidas de un perro Pitbull que estaba en la finca.

 

También dio por probado que el hombre obligaba a las mujeres a tener relaciones sexuales y que incluso a una de ellas la «penetró con un destornillador, previo a calentarlo»

 

«El desprecio por la vida de Aldana y de Andrea y la finalidad de querer ocasionares la muerte ha quedado reflejada en los distintos testimonios», explicó la fiscal durante el juicio, en el que agregó que el ahora condenado a 48 años de prisión no les daba comida ni agua a las mujeres y que las mantenía en condiciones de higiene «infrahumanas».