Agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) dispusieron el cierre preventivo de un comercio en San Juan al 800 en cuya parte trasera vive una joven que llegó al país proveniente del exterior la semana pasada y de quien se constató no cumplió con las medidas de aislamiento.
La Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad de Rosario procedió a la clausura de un comercio por disposición del secretario de Gobierno municipal, Gustavo Zignago, en el marco de la constatación de la violación de la cuarentena obligatoria para las personas que arribaron al país desde países con gran circulación del COVID-19 a fin de prevenir la propagación del Coronavirus. En el hecho intervinieron la Dirección Nacional de Migraciones, la Policía de Rosario a través del 911 y el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Además, personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies).
De acuerdo a lo que precisó Zignago, este domingo a las 16, personal de Migraciones se hizo presente junto a efectivos policiales en un local comercial ubicado en San Juan al 800 debido a una denuncia que indicaba que en ese inmueble en cuya parte delantera funciona un negocio, vive una familia de la que una de sus integrantes, una chica de 21 años, había violado la cuarentena por el Coronavirus. Según se conoció, la mujer había llegado al país la semana pasada proveniente del extranjero y debía guardar aislamiento tal cual indica el Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por el presidente Alberto Fernández.
Los agentes actuantes pudieron constatar que la chica en cuestión no estaba en su domicilio sino en la casa de un amigo o amiga ubicada en Italia al 300, según pudieron conocer. Se dirigieron a la vivienda señalada y pudieron acreditar la presencia de la joven. Se convocó al Sies cuyos médicos atendieron a la muchacha y descartaron que padeciera síntomas compatibles con la enfermedad. A continuación, se elevó la actuación a la Fiscalía local que ordenó su aislamiento en ese inmueble a la espera de que se concrete la audiencia imputativa, una vez que se complete la cuarentena obligatoria. Cabe señalar que el incumplimiento del decreto presidencial es penado con prisión.
En tanto, el secretario Zignago dió la orden de clausurar preventivamente el local comercial que funciona en el frente de la vivienda en la que habita la mujer con el resto de su familia a fin de impedir que ingrese gente al lugar, en una medida que tiende a evitar posibles contagios del virus.
“Estamos comprometidos a que se respeten las medidas tomadas por el Estado para impedir la propagación del coronavirus. Apelamos a la responsabilidad y ante el incumplimiento de lo ordenado, no dudaremos en tomar medidas preventivas y sancionar para resguardar la salud de los vecinos y vecinas de Rosario”, concluyó Zignago.