El reconocimiento a quien realizó enormes transformaciones culturales en la ciudad y la provincia le fue entregado en un acto en el recinto de sesiones.
Volaron los avioncitos de papel y por unos minutos el juego, lo lúdico, transformó el recinto de sesiones. Terminaba así el acto realizado el viernes 5 de julio en el que se declaró Ciudadana Distinguida de Rosario a María de los Ángeles “Chiqui” González, como reconocimiento a su “amplia trayectoria como creadora, actriz, dramaturga y docente, así como por su trascendente contribución a la innovación y la cultura en la ciudad de Rosario”.
Y el juego, lo creativo, la tarea por las infancias sobrevoló cada momento de la ceremonia que presidió el concejal Leonardo Caruana, del Frente Amplio por la Soberanía, quien propuso el reconocimiento, y a quien acompañaron en la iniciativa ediles y edilas de diferentes bancadas.
Se inició el acto con el ingreso de “Chiqui” González al recinto, y un aplauso por varios minutos y con quienes asistían de pie, enmarcó el momento. Así ocupó el palco de honor “Manuel Belgrano”, junto a su familia.
En tanto en el palco “Alberto Gonzalo” estaban la diputada nacional del Partido Socialista y exintendenta municipal, Mónica Fein; la presidenta de la Cámara de Diputados de la provincia, Clara García, y la ministra de Cultura, Susana Rueda.
Por su parte, el concejal Caruana sostuvo que “no es sencillo estar acá, es difícil expresar todo lo que se siente”, resaltó la historia, las prácticas y las “huellas profundas” respecto a la reconocida y dijo que por ello leería su discurso que se inició con palabras de un texto de Italo Calvino de “Las ciudades invisibles” para relacionarlo directamente con la tarea de “Chiqui”.
La destacó como “maestra, actriz, gestora, inspiradora”, entre otros aspectos.
Más adelante afirmó: “Siempre poética, siempre política, siempre creativa”, para aludir más adelante a su tarea desde “el rol del Estado presente”.
Dijo asimismo que el reconocimiento no es a María de los Ángeles, sino a “Chiqui”, para sostener: “Gracias Chiqui por dejarnos ser parte de tu recorrido, gracias a vos pudimos constatar que cuando la imaginación llega al poder se acorta el horizonte entre lo posible y lo deseable”.
Al resaltar una vez más la tarea creativa de “Chiqui” recordó las palabras del exintendente y ex gobernador, Hermes Binner, respecto que “para muchos lo público es lo único”.
Entrega del reconocimiento y agradecimiento
Se leyó luego el decreto por el que se la reconoce como Ciudadana Distinguida de Rosario y
de inmediato el concejal Caruana, a quien acompañaron las edilas María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular; Verónica Irizar y Alicia Pino, del bloque Socialista, y Marisol Bracco, de Volver a Rosario, le hicieron entrega de la copia del decreto de distinción y de una plaqueta, al igual que un cuadro con fotos del Tríptico de la Infancia y un enorme avioncito de papel que «Chiqui» hizo volar.
Posteriormente la ministra de Cultura provincial, Rueda, y la exintendenta y diputada nacional, Fein, le entregaron un ramo de flores.
Y el espíritu lúdico se hizo otra vez presente cuando Alba Barrios, Claudia Barberis, Priscila Macarena Giménez, Candela Ojeda, Dante Pirozzi, Ignacio Oliveira y Hernán Leszcano, en representación de “Encuentros Mágicos”, un proyecto político-cultural destinado a la construcción de juguetes que se regalarán a niños de organizaciones sociales con motivo del Mes de las Infancias, le entregaron una pelota multicolor.
Se indicó que “los juguetes se construyeron bajo el concepto que ‘Chiqui’ siempre soñó, el de pensar en la Patria de la Infancia, el de mirar el mundo con ojos curiosos, el de construir un futuro para todos y todas”.
Llegó luego el momento del agradecimiento de González, quien hizo un repaso sobre su vida, tras leer algunas palabras de María Elena Walsh. Señaló que “desde lo más profundo de mí misma agradezco este reconocimiento”, para agradecer a la familia, a los amigos, a los integrantes de los equipos con los que trabajó en Rosario, en la Secretaría de Cultura, y en Santa Fe, en el Ministerio de Innovación y Cultura.
Destacó su profunda emoción, y reiteró el agradecimiento a “cada uno de los que estuvo tan cerca de mi vida”, hizo referencia al teatro y a “tantos amigos importantísimos”.
También manifestó que “las cosas de mi vida hablan de un país” y recordó “tantas noches de sábado y domingo” trabajando creativamente con sus equipos, para sostener más adelante “seré siempre una chica del Saladillo, de la calle Arijón, del Frigorífico Swift, del arroyo Saladillo con el pozo y las cascadas”. En ese momento recordó que siendo ministra “firmé en contra de mi gobierno, en contra de sacar las cascadas”.
Hizo referencia a su llegada al teatro, a las primeras reuniones, cuando aún no era Arteón. “Yo amaba el arte”, sostuvo, para evocar a la docencia, la dirección, a sus actores.
Mencionó su tarea como abogada en la defensa de presos políticos en los ’70, y cuando concurría a la cárcel de Coronda a visitar a sus defendidos, dirigentes sindicales de Villa Constitución.
Siempre con humor, narró sobre su casamiento, su presencia en hechos políticos, de esa década, como Ezeiza y la Plaza de Mayo y consignó que “el teatro siempre eran escenas de mi vida convertidas en ficción.
También a la “esplendorosa sensación de ser madre. El nacimiento de mi hija”; a sus 12 años viviendo en hoteles en Santa Fe, cuando fue ministra, y por supuesto a los chicos y toda su creatividad, en las distintas innovaciones que encaró, el Tríptico de la Infancia en Rosario y el Tríptico de la Imaginación en Santa Fe.
Se manifestó por la educación pública al recordar sus 26 años de docencia en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y sus 11 en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y destacó a la “justicia social”.
Dijo en otro tramo de su extenso y cálido agradecimiento que “agradezco a la vida que esta etapa me haya tocado en Santa Fe, donde la cultura importa”.
Dedicó el reconocimiento a su hija Violeta y a sus nietos, Catalina y Oliverio; al pueblo de Rosario, y a Sonia Llamero, que integró sus equipos, “por su valentía para sostener a todos”.
Y volaron los avioncitos de papel
Contra lo habitual, no fue el discurso de la reconocida el cierre del acto, sino que se leyó un texto: “Nos vamos con el corazón lleno de emoción, de palabras suaves, de miradas brillosas y con muchas ganas de seguir jugando”.
“Juguemos entonces como nos enseñó ‘Chiqui’, juguemos con las palabras que hoy la declaran distinguida ciudadana de este río, de estas calles, de estos parques, de nuestros corazones.
“Ciudadana eterna de la infancia: vayamos más allá en un vuelo infinito que nos permita todos los mundos posibles. ¡Volemos para honrar a la maestra!”
Y en ese momento decenas y decenas de avioncitos de papel con el texto del reconocimiento volaron por el recinto, para terminar un acto distinto.
Junto al edil Leonardo Caruana, del Frente Amplio por la Soberanía, estuvieron las concejalas Verónica Irizar y Alicia Pino, y el edil Manuel Sciutto, del bloque Socialista; María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, y Marisol Bracco, de Volver a Rosario.
También asistieron el secretario de Cultura y Educación municipal, Federico Valentini y la secretaria de Deportes y Turismo, Alejandra Mattheus; la exintendenta y diputada nacional, Mónica Fein; la ministra de Cultura de la provincia, Susana Rueda; la presidenta de la Cámara de Diputados provincial, Clara García; el diputado nacional Esteban Paulón, del Partido Socialista y el diputado provincial Carlos del Frade, del Frente Amplio por la Soberanía.
Además, estuvieron el ex diputado nacional Juan Carlos Zabalza; el exconcejal Juan Gianni; los ex secretarios de Cultura y Educación municipal, Héctor “Pichi” Debenedictis, Dante Taparelli y Carina Cabo; así como el Periodista Distinguido Carlos Bermejo; el director y Dramaturgo Distinguido Néstor Zapata, y el Comunicado Distinguido Darío Maruco, al igual que numerosos integrantes de los equipos que trabajaron con “Chiqui” en sus distintos cargos.