La sucursal del supermercado Carrefour de Boedo abrió este domingo por última vez sus puertas, ya que debe entregar los terrenos para la construcción del nuevo estadio de San Lorenzo, lo que generó opiniones cruzadas de los vecinos e incertidumbre en los empleados.
Tras más de tres décadas operando en el lugar, el supermercado entregará el predio a fines de junio a ese club, cuyas autoridades levantarán allí un nuevo estadio con capacidad para 42.000 personas, de acuerdo a la ley aprobada por la Legislatura porteña en 2012 sobre la expropiación de esos terrenos.
«Vine a sacarme fotos en el último día de esta injusticia. Estoy feliz con la vuelta, yo fui de los que aportaron para la compra del terreno y creo que al volver a Boedo se recupera la historia del club», armó a Télam Mario, hincha del «Ciclón».
En cambio Miguel, quien vive a cuatro cuadras del lugar, aseguró que el emplazamiento del nuevo estadio «es un desastre».
«No es un lugar para poner una cancha, estamos en plena ciudad y va a ser un caos el tránsito, además de que va a traer contaminación sonora y mucha más basura», se quejó.
Carrefour tendrá hasta fines de junio para desarmar las instalaciones y llevar las mercaderías a otras sucursales.
En su último día abierto al público, el supermercado trabajó con normalidad, aunque había muchas góndolas vacías, productos mal ubicados y el sector de gastronomía completamente desmantelado