Madres y padres que asisten a los CCB participaron del encuentro impulsado por el municipio, en el que especialistas abordaron aspectos clave para lograr una adecuada nutrición.
Este miércoles 4 de noviembre, madres, padres y adultas y adultos referentes de niñas y niños que concurren a los centros de Convivencia Barrial se sumaron desde sus hogares y en forma virtual a una charla organizada por la Municipalidad de Rosario, a través del programa Buen Provecho de la Dirección de Políticas Alimentarias, con el propósito de aprender cómo mejorar la alimentación de las y los más chicos.
El encuentro fue moderado por María Eugenia Hulten, directora de Políticas Alimentarias, y contó con la presencia de Nicolás Gianelloni, secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, quien fue el encargado de dirigir unas palabras de bienvenida a las y los asistentes, alentando a que cada uno de ellos pueda ser multiplicador de los conceptos y recursos compartidos en la ocasión. “A través de cada mamá o papá acá presente, sabemos que llegamos a toda una familia, brindando consejos sobre cómo cocinar y cómo alimentarnos mejor”, afirmó.
El funcionario destacó el esfuerzo realizado por el Municipio durante el período de pandemia para lograr que “a todos los rosarios y rosarinas les lleguen los alimentos necesarios y que los mismos tengan una calidad nutricional adecuada”, a la par que agregó: «Esa es la mejor forma de lograr que la ciudad crezca”.
Cuidar la nutrición en una etapa crítica
Seguidamente tuvo lugar la exposición más técnica y específica, a cargo de Mercedes Rubens, coordinadora del Área de Alimentación y Nutrición, y de Jorge Baigorri, director del Instituto Municipal del Alimento, quienes desde la Secretaría de Salud Pública aportaron sus conocimientos profesionales.
La especialista hizo referencia a lo importante que es cuidar de la nutrición en niñas y niños menores de 5 años, ya que se encuentran atravesando una etapa crítica del crecimiento. “Lo que hagamos en estos primeros años de vida va a marcar su salud futura; cuidar la nutrición es esencial para que puedan desarrollar todo su potencial genético”, aclaró.
Haciendo uso de un lenguaje coloquial y ameno, explicó la importancia de lograr que la alimentación sea variada, retomando la ilustración del llamado plato o círculo de la alimentación saludable: “La mitad está ocupada por verduras y frutas, ya que la mitad de nuestra alimentación diaria debería basarse en ellas, por más que a los más chicos les cueste”. Luego fue mencionando otros grupos de alimentos fundamentales como cereales, leche y carnes.
Empleando una serie de fichas con imágenes ilustrativas, Rubens fue brindando recomendaciones sobre las cuatro comidas diarias, indicadas para niñas y niños. Enfatizó, además, la importancia que tiene que esa alimentación variada sea acompañada del consumo de agua segura y potable.
Seguridad alimentaria, lavado de manos, desinfección de alimentos
Por su parte, Jorge Baigorri abordó diferentes aspectos relacionados a la seguridad alimentaria. En primer lugar, aclaró que si bien en relación a la temática se suele hacer hincapié en los grandes productores de alimentos como frigoríficos o tambos, a los que se les exigen condiciones y requisitos para funcionar, hay otro eje fundamental de la seguridad que es el cuidado necesario en ámbitos como los hogares, los comedores o las copas de leche, donde se cocinan los alimentos.
Asimismo, recordó la importancia del lavado de manos. “Es necesario transformar ese hábito en costumbre”, manifestó y agregó: “Hace 250 años que sabemos que lavarnos las manos salva vidas, y en el marco de la pandemia hemos revalorizado esta práctica aún más”.
Baigorri habló también de otros temas relacionados con la importancia de evitar la contaminación cruzada de alimentos, a través de una adecuada limpieza y desinfección de los mismos, así como de la comensalidad y el hábito de compartir la comida, que según explicó el especialista es una cualidad que nos caracteriza como especie a los humanos.
Como cierre del encuentro, María Eugenia Hulten hizo uso de la palabra para comentar que se le dará continuidad a los encuentros, charlas y capacitaciones con las familias de niños y niñas que asisten a los CCB, y con los equipos municipales.
Valorando la importancia de este tipo de espacios, la funcionaria expresó: “Estamos convencidos de que la seguridad alimentaria no consiste sólo en la provisión de alimentos y asistencia, sino que además, y sobre todo, es necesario generar y acompañar proyectos educativos que recuperen y profundicen hábitos saludables, como cocinar, volver a poner las manos en la masa, recopilar las recetas tradicionales de cada entorno familiar y compartirlas. La educación alimentaria es vital en estos contextos de pandemia y escasez para generar hábitos y conductas que puedan prevenir la malnutrición y la desnutrición”.
Programa Buen Provecho
Es una propuesta integral desarrollada por la Dirección de Políticas Alimentarias de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat, que apunta a mejorar la situación nutricional de niñas y niños menores de 3 años que asisten a los centros de Convivencia Barrial de Rosario, trabajando con sus padres, madres, familiares y/o adultas y adultos referentes.
A través de diferentes acciones se promueven hábitos alimenticios saludables y se busca maximizar los recursos con los que cuentan las familias, como los alimentos que reciben mensualmente en la caja alimentaria.
Desde el programa se llevan adelante diagnósticos y monitoreos de la situación nutricional de niñas y niños, además de actividades para la difusión de información y la sensibilización acerca de una adecuada nutrición, higiene, conservación y elaboración de alimentos, mediante materiales gráficos y digitales, como folletería, videos o publicaciones en redes sociales.