El municipio firmó un convenio con cuatro organizaciones de la ciudad para la puesta en marcha de estas viviendas compartidas, que buscan favorecer la autonomía de las personas alojadas.
El secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni, junto a la directora de Salud Mental, Jésica Redondo, firmó este viernes en La Estación (institución destinada al abordaje integral de consumos problemáticos ubicada en Gálvez 867) un convenio con organizaciones sociales de la ciudad para trabajar en el armado y cogestión de las llamadas casas asistidas, que consisten en dispositivos de alojamiento para personas en situación de calle.
Las casas asistidas son espacios de alojamiento permanente, que albergarán aproximadamente a 4 personas cada una. A partir de un trabajo interdisciplinario junto a los equipos de las organizaciones y de las secretarías de Salud y de Desarrollo Humano, se apuntará a trabajar en procesos que promuevan la autonomía de las personas alojadas. Las organizaciones que participaron de la firma del convenio son Empoderar para Transformar, Sol de Noche, Movimiento de Acción Solidaria y Fundación Bodai.
«Para este año la idea es dar un salto adelante en las políticas públicas y no sólo tener los refugios y lo que es el acompañamiento de la población de calle en lo alimentario, sino también abrir casas asistidas, espacios que las organizaciones, con el acompañamiento del Estado, van a tener para que las personas en situación de calle tengan un hogar con el acompañamiento psicológico, sanitario y para hacer una reinserción laboral», destacó Gianelloni tras la rúbrica del acuerdo.
El funcionario remarcó que la firma del convenio representa «un salto cualitativo en la forma de abordar las políticas, que no solamente tengan que ver con resolver la cuestión del refugio, de la noche, sino también de pensar un proyecto de vida».
Además, valoró el trabajo conjunto desarrollado con las organizaciones que trabajan con personas en situación de calle a lo largo de 2020, un año marcado por la pandemia y las dificultades que eso implicó. «Trazamos una agenda conjunta que nos permitió acompañar a una gran población de situación de calle que se apareció a partir de la pandemia, más los casos históricos que había en la ciudad; trabajamos conjuntamente desde el área de salud, desde el área social del municipio y con las organizaciones, lo que nos permitió tener una propuesta robusta», dijo Gianelloni.
Por su parte, la directora de Salud Mental del municipio indicó que el proyecto de puesta en marcha de las casas asistidas supone «una propuesta superadora para empezar a contar con otros establecimientos que aportan un seguimiento en salud, pero que también aportan un protagonismo y un favorecer a que los usuarios puedan trabajar en su autonomía, trabajar en su inserción comunitaria, que se encuentren haciendo estos procesos en la comunidad y no en instituciones como anteriormente sucedía».
«Son procesos que van hacia la desmanicomialización, a pensar que el encierro no ha curado ni cura», sostuvo Redondo, y agregó: «Esto es un avance, es ir caminando hacia lo que marca la Ley de Salud Mental, porque potencia sobre todo la cuestión de no pensar las institucionalizaciones solamente de una manera que encierre, que aleje, que aísle, sino que la idea es favorecer a la integración constantemente».
Asimismo, destacó la labor mancomunada con las distintas organizaciones. «Lo interesante es que no sólo es una decisión y un aporte desde el Estado, que tiene que ser intersectorial, sino también es el Estado en cogestión con las organizaciones, con la comunidad, con los movimientos de usuarios, es una democratización de los espacios terapéuticos para estas problemáticas», expresó.
Cabe destacar que estas nuevas casas asistidas que se pondrán en marcha a partir de la firma del convenio de este viernes se suman a otros dispositivos que ya funcionan en la ciudad y que constituyen una verdadera red de cuidados.
Como parte de esa red, el municipio cuenta con el Refugio Grandoli que funciona las 24 horas y ofrece acompañamiento y asistencia a personas en situación de calle en el marco de la pandemia por coronavirus, donde en la actualidad hay 22 personas alojadas; el Hogar de Mayores y refugios de pernocte nocturno que se habilitan a partir del operativo invierno.
«Un paso muy importante»
Representantes de las distintas organizaciones que forman parte del convenio para la puesta en marcha del proyecto de casas asistidas coincidieron en que se trata de un gran avance en el trabajo que vienen desarrollando y agradecieron la capacidad de escucha y respuesta por parte del Ejecutivo local.
«Estamos agradecidos por poder desarrollar esto que venimos planteando hace algunos años», indicó Joel, de Empoderar Para Transformar, y subrayó: «Esto es un paso muy importante, realmente nos estamos sintiendo escuchados. Vamos tomando experiencia y conociendo, con el objetivo de trabajar por las personas más vulneradas».
En el mismo sentido se expresó Juan, integrante del Refugio Sol de Noche. «Está bueno contar con un Estado presente, que escucha y da una mano», dijo, y añadió: «La pandemia fue una oportunidad porque aprendimos muchas cosas, una de ellas es que había gente en la calle que podía convivir en conjunto, como ocurrió en los refugios».
Para Lucas, del Movimiento de Acción Solidaria, arribar a este punto también significa un enorme paso y un gran logro luego de varios años de labor comunitaria. «El año pasado fue durísimo, aprendimos mucho y nos llena de orgullo haber podido llegar a este punto después de tanto trabajo», concluyó.
Más sobre las casas asistidas
Se entiende por casas asistidas al recurso institucional destinado a cubrir los requerimientos de vivienda de las personas en situación de calle con suficiente nivel de autovalimiento e independencia para abastecer sus necesidades básicas o que requieran un mínimo de acompañamiento para ello.
Las personas que habitan las casas asistidas poseen un adecuado nivel de autogestión, disponiendo por sí mismos la administración y organización de los bienes y servicios que requieran para vivir. En ellas podrán convivir personas de diferente tipo de discapacidad con otras que no la posean, siempre y cuando sea posible la convivencia y la integración entre sus habitantes.
Se trata también de un recurso institucional que brinda un espacio de contención, sostén y orientación tanto en la dinámica interna (vida diaria de los residentes) como en la inserción de los mismos en los diferentes espacios institucionales de la ciudad (recreativos, terapéuticos, de salud, educativos, laborales, entre otros).