Algo en Común El diario de Rosario
La lucha contra el Cáncer de Mama es una tarea diaria de la comunidad científica y de las mujeres en general. Se trata de una dolencia en la que los chequeos médicos regulares son fundamentales para ganar la batalla. Gracias a los avances de la ciencia y a la concientización, los tratamientos son cada vez más exitosos y, por lo tanto, la sobrevida de las mujeres.
Pero luego, del Cáncer de Mama, una vez que la paciente está en períodos de control, viene el abordaje de las secuelas que deja el tratamiento. En este sentido, la actualidad trae una novedad importante para mejorar la calidad de vida sexual de las mujeres con antecedentes de Cáncer de Mama.
Un nuevo aporte de última tecnología es el tratamiento con LÁSER CO2 INTRAVAGINAL para la atrofia vulvovaginal consecuente a la terapia adyuvante con antiestrógenos.
“Uno de los efectos secundarios de los tratamientos es que se produce una atrofia vulvo-vaginal. Es decir, el adelgazamiento de los tejidos, sequedad vaginal, prurito, quemazón, fuga involuntaria mínima de orina, dispareunia (dolor durante la relación sexual) y ardor miccional. Todos, son síntomas muy similares a lo que se conoce como síndrome genitourinario de la menopausia (GSM). Dado que el objetivo del tratamiento es que la paciente se mantenga con niveles bajos de estrógenos”, explica la ginecóloga Andrea Casella.
“Uno de los puntos a considerar es que existe contraindicación absoluta para la ingesta de estrógenos en pacientes con antecedente de cáncer de mama. Pero se podría utilizar derivados estrogénicos locales (en óvulos o cremas). Ya que sólo actuarían a nivel local (vulvo-vaginal), pero la mayoría de las pacientes tiene miedo de utilizarlo y muchos profesionales desconfían de su indicación”, destacó Andrea Casella.
Y, además resaltó: “Si la paciente además del tratamiento antiestrógeno es menopáusica, se suman los efectos y puede haber mayor sintomatología. La sumatoria de sintomas va a dificultar, aún más, las relaciones sexuales. Y si está haciendo, en ese momento, el tratamiento de tamoxifeno o algún otro antiestrógeno, no tendría sentido dar estrógenos locales, ya que se anularía el efecto”.
Teniendo en cuenta este contexto, la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) ha aceptado y aconseja el uso de Láser CO2 para tratamiento de GSM en aquellas mujeres que no puedan utilizar estrógenos o en quienes ya estén en un periodo de resistencia al tratamiento con estrógenos; que ya no responden debido a la intensa atrofia, que posee escaso o nulos receptores y por lo cual no puede hidratarse bien la célula.
“Ya existen algunos trabajos, y en lo personal, he estado practicando el tratamiento con Láser CO2 Vaginal en mujeres con síntomas de atrofia vulvo-vaginal con gran éxito. Ya sea por síntomas de menopausia fisiológica o producida por uso de antiestrógenos como adyuvante en su tratamiento por Cáncer de Mama”, subraya la ginecóloga.
En este sentido, es importante saber cómo actúa el Láser CO2. Debido a su longitud de onda tiene una gran afinidad con el agua, por lo tanto, al realizar el tratamiento intravaginal y vulvar, se produce un efecto térmico controlado con la consiguiente reacción inflamatoria.
En este sentido la ginecóloga Casella describió: “Produce la liberación de proteínas de shock térmico con la consiguiente respuesta inflamatoria, esto lleva al efecto fisiológico de reparación de los tejidos con producción de fibroblastos, que van a fabricar colágeno y elastina, proteínas fundamentales en la matriz extracelular de los tejidos. Además, se logra también una renovación total de los epitelios vulvo-vaginales con la reparación con tejido nuevo, con más receptores de estrógenos y más engrosamiento epitelial. También se produce neovascularización a nivel del tejido conectivo. Todo esto, lleva a la mejoría de todos los síntomas antes mencionados. Incluso, se mejora la lubricación durante la relación sexual”.
¡Una vez más el avance de la ciencia está a favor de las mujeres! No sólo en la curación de enfermedades oncológicas, sino mejorando la calidad de vida. “Como ginecóloga y mujer, comprendo el malestar y preocupación que tienen estas pacientes. Imagínense por lo que pasan. Primero el diagnóstico de una enfermedad “maligna”, luego los tratamientos a los cuales debe ser sometida (muchas veces mutilantes, extenuantes, con alteraciones físicas y estéticas) y encima después de superado todo eso empezar con nuevas molestias. Estos síntomas nada tienen que ver con la enfermedad, pero sí pueden alterar su vida diaria y, por qué no, la relación de pareja”, finaliza Andrea Casella.
Más acerca de Andrea Casella
La doctora Andrea Casella cursó sus estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Egresó con Diploma de Honor. Luego, realizó la carrera de Ginecología y Obstetricia en la misma casa de estudios y la Residencia en la misma especialidad en Hospital Provincial del Centenario. Y, en 2001 fue Jefe de Residentes en la mencionada institución.
Entre 2003 y 2006 fue Médico de Planta de Ginecología y Obstetricia; Instructor y Directora de la Residencia de Ginecología y Obstetricia y Jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Regional Río Gallegos (HRRG) en Santa Cruz. Más tarde sería Jefa de Departamento de Docencia e investigación del HRRG, (entre 2006 a 2008).
En su regreso a Rosario, fue Docente de Obstetricia del Instituto Universitario Italiano de Rosario (IUNIR); Médico de Guardia de Obstetricia del Hospital Italiano y del Sanatorio Parque; y docente del Curso de Entrenamiento Pre Residencia de la Asociación Médica de Rosario.
Asimismo, realizó postgrados en Endocrinología Reproductiva en la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva (SAEGRE); Patología del Tracto Genital Inferior en la Sociedad Argentina de Patología del Tracto Genital Inferior y Colposcopía y entrenamiento en Histeroscopia y Video laparoscopía dictados por el Instituto Europeo de Ciencias Endoscópicas. Es graduada (2015) en Entrenamiento Internacional de Ginecoestética reparadora y funcional (SAEGRE).
Además, la doctora Andrea Casella es miembro de la Sociedad Latinoamericana de Ginecología Estética y Funcional (SOLAGEF) y ganadora del Premio a la Mejor Cirugía Ginecoestética en el 1° Congreso Mundial Europeo de Ginecoestética de 2016 en Roma, Italia. Fue speaker en el Congreso Internacional de Ginecoestética desarrollado en San Diego, Estados Unidos en 2018. Y, finalmente, Entrenadora referente en Láser ginecológico FemiLift.
Actualmente es miembro del Consejo Asesor del Colegio de Médicos; Directora de la Comisión del Comisión Educación Médica de Postgrado; miembro del Tribunal Evaluador de la Especialidad de Ginecología y Obstetricia del Colegio de Médicos de la Segunda Circunscripción de Santa Fe y Jefe de Guardia de tocoginecología del Hospital Provincial del Centenario.
Además, atiende en consultorio de Ginecología General en Sanatorio Centro y en el Centro de Obstetricia Rosario (CEDOR). Las cirugías se realizan en Hospital Español, en el Centro de Diagnóstico y Cirugía Ambulatoria (CEDYCA) y en Sanatorio Centro, según la complejidad de la misma y si requieren o no internación. También, desarrolla su actividad en su consultorio particular en Rosario (Oroño 1475, teléfono: 4483222).
