Expediente 253.217 del concejal Zeno.
VISTO
La Ley Nacional N.º 25929 más conocida ley de parto respetado aprobada en 2004 y que recién la semana pasada logró ser reglamentada en la provincia de Santa Fe, y
CONSIDERANDO
Que la ley de parto respetado, fue aprobada en 2004 y reglamentada recién en 2015 en el país.
Que a partir de 2017, la provincia trabajó en base a la ley nacional y esta semana consiguió ser reglamentada en Santa Fe.
Que la Ley Nacional N.º 25929 es la base sobre la que la provincia trabajó a partir de 2017. Ese año, la legislatura adhirió a la normativa nacional.
Que la semana pasada, el Ministerio de Salud de la provincia, a partir de un trabajo conjunto con las organizaciones de mujeres, publicó en el Boletín Oficial la reglamentación que obliga a la aplicación de la ley en todos los centros de salud.
Que el primer artículo deja en claro que las medidas son “tanto para los efectores públicos como para los privados, las obras sociales, las empresas de medicina privada y prepagas”, que en todos los casos” deberán instrumentar las medidas y ejecutar los cambios necesarios para garantizar el cumplimiento de la ley nacional”.
Que un punto central es el hecho de que las mujeres puedan estar acompañadas tanto en las cesáreas como en el parto por «las personas de su confianza», y lo establece en plural, algo que permitirá por ejemplo el acompañamiento de una doula (proporciona apoyo emocional, físico y educativo a la madre), a quienes muchas veces las instituciones quieren poner límite, indicó María Petraccaro referente del Colectivo Autoconvocado de Mujeres en Tribu, un grupo de mujeres que viene trabajando desde 2017 para que la ley se haga efectiva en la provincia.
Que el derecho a ingerir alimentos y líquidos, a estar en movimiento, a elegir la posición para parir y el respeto por la “hora sagrada” de contacto piel a piel entre madre e hijo también están especificados, así como los casos de muertes perinatales. Allí, se establece que la mujer tiene derecho de decidir si quiere atravesar ese proceso a través de un parto o de una cesárea.
Que las áreas de neonatología en los casos de nacimientos prematuros son parte de la normativa y se establece el derecho “continuo” de las familias a estar con sus hijos e hijas.
Por todo lo expuesto, los Concejales abajo firmantes elevan para tratamiento y posterior aprobación el siguiente proyecto de:
DECLARACIÓN
“El Concejo Municipal de Rosario expresa su beneplácito por la reciente reglamentación por parte del Gobierno Provincial de la Ley N.º 25929 más conocida como “Ley de Parto Respetado”, hecho que se cristalizó a través de la publicación de la misma en el Boletín Oficial, la cual permitirá a las mujeres elegir qué tipo de parto quiere en los distintos efectores de la salud de nuestra provincia.
LEY DE PARTO RESPETADO EN SANTA FE
Derechos humanos y desarrollo humano comparten una visión y un propósito que es garantizar la autonomía, el bienestar y la dignidad de los ciudadanos y los colectivos sociales. Garantizar que sean efectivos exige el compromiso de muchos actores sociales entre los cuales se destaca el Estado.
A partir de reconocer en las mujeres embarazadas especiales necesidades sanitarias que se relacionan íntimamente con las de los niños y niñas en el momento del nacimiento como parte de sus derechos humanos, el Ministerio de Salud de la provincia desarrolla una estrategia con diferentes líneas de acción que atraviesa toda la Red de Servicios.
Desde ella un menú de herramientas clínicas, tecnológicas y de gestión, se ponen a disposición de los equipos de atención para acompañar el proceso de atención del embarazo, parto y puerperio.
En estas líneas de acción confluye el financiamiento procedente de diferentes proyectos y programas de orden provincial, nacional y de la cooperación internacional que buscan resultados globales sobre los indicadores de mortalidad infantil y materna, entre otros.
Así la estrategia de Atención Primaria de la Salud con prioridad en el cuidado del embarazo, parto y puerperio articula las capacidades y competencias de todos los niveles de la red con base a un nuevo paradigma de atención perinatal que sin sustituir la dimensión técnico-científica le suma lo humanístico.
El Parto respetado
Es el que valora los derechos de las madres y recién nacidos, garantizando a las embarazadas, sus parejas o acompañantes tomar decisiones informadas y ser los verdaderos protagonistas de ése momento. Privilegia el desarrollo natural y evita la instrumentación, de ser posible, contemplando los deseos culturas y creencias de la familia.
En agosto del año 2004 se sancionó la Ley Nacional N° 25929 para garantizar el derecho a un parto natural, respetando las necesidades emocionales de la madre y el recién nacido, la intimidad y las pautas culturales, étnicas y religiosas, así como el acompañamiento por el padre, o quien la mujer elija, durante el trabajo de parto, el nacimiento y la internación. Rige para todo el sistema de salud —público, obras sociales y prepagas— y su incumplimiento es falta grave.
Las Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF) son aquellas que promueven fuertemente la participación activa de la mujer y la familia a lo largo de todo el proceso de atención del embarazo, parto y seguimiento del bebé. Desde el año 2010, UNICEF, el Ministerio de Salud de la Nación y los ministerios provinciales impulsan esta iniciativa que actualmente es una política del Estado nacional, a la que adhieren 102 hospitales públicos de 10 provincias argentinas. Desde su inicio, en 9 de estas 10 provincias se ha observado un descenso de las muertes infantiles y en 6, también de las muertes maternas.
Los 10 pasos para la transformación de las maternidades propuestos por la iniciativa MSCF
1. Reconocer el concepto de Maternidad Segura y Centrada en la Familia como una política de la institución.
2. Recibir y brindar cooperación de y para instituciones, para la transformación en MSCF.
3. Brindar apoyo a la embarazada y a su familia durante el Control Prenatal (CPN).
4. Respetar las decisiones de las embarazadas y de su familia en el trabajo de parto y en el parto.
5. Priorizar la internación conjunta madre-hijo o hija sanos, con la participación de la familia.
6. Facilitar la inclusión de la madre, del padre y del resto de la familia en la internación neonatal.
7. Organizar el seguimiento del recién nacido sano y, especialmente, del de riesgo luego del alta, en consultorios externos especializados que prioricen la inclusión familiar.
8. Contar con una Residencia para Madres (RM) que permita su permanencia junto con los recién nacidos internados.
9. Promover el servicio de voluntarios y voluntarias de la comunidad.
10. Fortalecer la implementación de la iniciativa Hospital Amigo de la Madre y el Niño (HAMN).