Asistentes gerontológicos recibieron sus certificados tras capacitarse en forma virtual

«En tiempos difíciles como los que vivimos, es muy importante y oportuno apostar a la formación y tener más cuidadores y cuidadoras», dijo Sonia Mansilla, directora de Adultos Mayores.

La formación en Cuidados Gerontológicos que todos los años lleva adelante la Dirección de Adultos Mayores, se cursó durante el presente año en modalidad virtual, adecuándose a los protocolos sanitarios. El cierre tuvo lugar el miércoles 23 en la explanada del galpón 17, con la entrega de certificados a los 70 egresados y egresadas que finalizaron el curso.

 

La capacitación, forma parte de las políticas destinadas a promover los derechos y cuidados de las personas mayores, y  apunta a que quienes transitan la formación sean capaces de desempeñarse en la atención y acompañamiento de los y las mayores de 60 años, logrando una visión integral del proceso de envejecimiento, orientando sus acciones hacia el logro de una vejez activa.

 

El curso de Auxiliar en Cuidados Gerontológicos asumió una relevancia destacada en un año en el que las personas mayores han sido destinatarias centrales de las políticas de cuidado del municipio, en el marco del programa Rosario cuida a los grandes, que articuló diversas acciones destinadas a asistir, contener y acompañar a los y las mayor de 60 años en el contexto de la pandemia por covid-19.

 

El secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni expresó: «La ciudad necesitó profesionales del cuidado y los tuvo y tiene. Y muchos egresados de esta escuela de gerontología, que es un orgullo para las políticas sociales de la ciudad, nos acompañarán a partir de ahora».

 

Además, destacó el trabajo que realizan en forma periódica «en geriátricos, centros de aislamiento y donde se los necesitó». Y adelantó: «Vamos a necesitar más cuidadores, el año próximo vamos a crear un registro de cuidadores gerontológicos y fomentar la creación de cooperativas de cuidado para generar más oportunidades».

 

«Agradecemos que hayan elegido la municipalidad para formarse en esta tarea en la que hay que tener una profunda vocación hacia los otros», terminó diciendo.

 

La directora de Adultos Mayores Sonia Mansilla acompañó la entrega de certificados y afirmó: «Es muy importante para nosotros que la Escuela de Gerontología a través de estos cursos de auxiliares gerontológicos, año a año, tenga más egresados y egresadas. En tiempos difíciles como los que vivimos, es oportuno apostar a la formación de cuidadores. Por primera vez el curso fue virtual y tenemos muchos egresados. Este es el camino y uno de los ejes principales de nuestra gestión, el cuidado».

 

Las competencias de cuidado adquiridas se vinculan con la promoción de la salud, atendiendo necesidades de higiene, alimentación, recreación, contención, entre otros. Los ámbitos de desempeño laboral van desde casas particulares a instituciones o establecimientos públicos o privados dedicados a la atención de personas mayores sanas y/o enfermas.

 

Lourdes Q. S., egresada de esta edición del curso se dirigió a los asistentes diciendo: «Estoy muy agradecida de terminar este curso de la Municipalidad de Rosario. Muchos no pensábamos estudiar en la pandemia y tuvimos que aprender a usar el zoom y la videollamadas, organizarnos con nuestros hijos para poder terminar. Aprendimos de los maestros. Estoy comprometida con esta carrera, ya estoy trabajando en esto y me siento muy feliz».

 

En el mismo sentido, Marisa E. cerró la tarde expresando: «Agradezco la oportunidad, es muy bueno que exista la Escuela de Gerontología, yo ya la conocía, pero este año pude terminar de conocer al equipo. Es muy importante la técnica en materia de cuidados, pero lo más importante que me llevo son las enseñanzas desde el corazón que recibimos de los profesionales. Voy a ponerlas en el cuidado de los adultos mayores».

 

Rol del cuidador/a de adultos/as mayores:

Tanto en el ámbito domiciliario como en el institucional, el rol del cuidador y/o la cuidadora abarca las siguientes actividades:

– Asistencia a la persona en la preparación de alimentos y la ingesta, para higienizarse, vestirse y movilizarse.

– Acondicionamiento del hábitat (mantenimiento de la higiene, ventilación, seguridad y arreglo de los ambientes).

– Administración de medicamentos por vía oral y de uso externo siguiendo indicaciones de los familiares y/o de los profesionales.

– Acciones preventivas de accidentes.

– Actividades recreativas y ocupacionales acordes a las posibilidades de la persona atendida.

– Colaboración en las prácticas indicadas por los familiares y/o profesionales, por ejemplo, en actividades de rehabilitación.

– Detección de los signos de alerta y de cambios que puedan observarse en la persona e información sobre dichos cambios a la familia.