El Gobierno de Santa Fe ha intensificado desde principios de 2024 los controles en chatarrerías, locales de venta de autopartes y desarmaderos, con el objetivo de prevenir el robo de automotores, autopartes y elementos no ferrosos. El secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, destacó en una conferencia de prensa que estas medidas han contribuido a un notable descenso en los delitos relacionados, como el robo de cables.
Desde que se implementaron estas medidas, se han incautado 1.200 toneladas de materiales en 49 inspecciones en toda la provincia, de las cuales 19 se llevaron a cabo en la ciudad de Rosario y 17 en otras localidades. Como resultado, se han clausurado varios desarmaderos y chatarrerías, y se han secuestrado $32 millones y u$s 10 mil, así como 700 placas de cementerios y 1.200 toneladas de materiales ferrosos y no ferrosos.
Figueroa Escauriza explicó que, al asumir el gobierno, se dieron cuenta de la gravedad del robo hormiga, que incluía sustracciones de cables, medidores y elementos de alumbrado público. “Controlar quién compra lo robado es esencial para disminuir los robos”, afirmó, subrayando que antes solo había dos registros de desarmaderos en la provincia.
El funcionario también detalló que el 82% de lo incautado corresponde a cable de la vía pública y que existen vínculos entre el robo de metales y el narcomenudeo, con casos en los que los chatarreros pagaban por el cable con droga.
Además, los esfuerzos de control han tenido un impacto positivo en la seguridad pública: en comparación con el mismo periodo del año anterior, se ha observado una reducción del 76,34% en las denuncias al 911 en Rosario y un 80,38% en la ciudad de Santa Fe.
“Lo que buscamos es que el comercio que compra y vende sepa que debe tener trazabilidad para no adquirir lo robado”, concluyó Figueroa Escauriza, reafirmando el compromiso del Gobierno provincial con la seguridad y el control del delito en Santa Fe.