La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Docentes Argentinos (UDA) manifestaron su preocupación y malestar por la situación salarial de los docentes, que consideran «inadmisible» en el contexto de una economía inflacionaria. En un comunicado conjunto, ambas organizaciones señalaron que los salarios del sector se encuentran por debajo de los umbrales de pobreza y carecen de un ajuste acorde a la realidad económica del país.
El Gobierno Nacional decretó recientemente un salario mínimo docente de 420.000 pesos mensuales, lo que ha sido calificado como insuficiente, ya que este monto se encuentra por debajo de la Línea de Indigencia (Canasta Básica Alimentaria), que según el INDEC asciende a 434.620 pesos para una familia tipo en octubre. Además, la Línea de Pobreza (Canasta Básica Total), que contempla otros gastos más allá de la alimentación, se encuentra en 986.586 pesos. Esto implica que incluso con dos cargos docentes, el salario mínimo no llega a superar dicha línea de pobreza.
“Esta situación es inédita en el ámbito educativo. Miles de familias docentes no pueden hoy cubrir necesidades básicas. Es indispensable que el Gobierno Nacional convoque de manera inmediata la Paritaria Nacional Docente para discutir nuevos salarios que reviertan esta situación extrema”, señalaron en el comunicado.
Los sindicatos alertaron también sobre la preocupante realidad en las provincias, donde, según denunciaron, en ninguna de ellas el salario docente supera la Línea de Pobreza. «Vivimos un retroceso atroz del poder adquisitivo. Estamos finalizando el ciclo lectivo en condiciones nunca antes planteadas, lo que genera un panorama complejo para el inicio del ciclo 2025», agregaron.
Sergio Romero, Secretario General de UDA, reafirmó la postura del sector y advirtió que se encuentran en «estado de alerta» a la espera de una convocatoria oficial del Gobierno para discutir las paritarias y dar solución a este problema salarial que afecta a miles de docentes en todo el país.
Además de la crisis salarial, la CGT y la UDA expresaron su firme rechazo a una reciente reforma aprobada por el Consejo Federal de Educación, que modifica la formación docente en Argentina. La reforma, según los sindicatos, fue aprobada sin el debido debate con los gremios y sin garantizar condiciones laborales adecuadas para los docentes afectados, incluyendo la estabilidad laboral.
“La reforma fue implementada sin posibilidad de debate con los sindicatos y sin resguardar las condiciones laborales de los docentes de los Institutos de Formación Docente”, indicaron. La CGT instó al Secretario de Educación, Carlos Torrendel, a convocar de manera urgente a la Comisión Técnica Paritaria para analizar la reforma y garantizar que no se vean vulnerados los derechos laborales de los trabajadores del sector educativo.
La crítica de los gremios va más allá de la reforma misma, cuestionando el proceso de implementación de cambios sin consultar a los actores clave del sistema educativo, como lo son los docentes y sus representantes sindicales. En este contexto, la CGT y la UDA reiteraron su llamado al diálogo y a una solución inmediata a la crisis salarial que atraviesa el sector, mientras advierten que cualquier medida inconsulta podría agravar aún más la situación.
El comunicado concluye con un llamado a la acción, destacando que los docentes, que ya atraviesan una grave crisis salarial, se enfrentan a un ciclo lectivo 2025 incierto. «Estamos finalizando el ciclo lectivo en condiciones difíciles, y el próximo año se avizora aún más complicado si no se toman medidas urgentes», subrayaron desde los sindicatos, que exigen que el Gobierno actúe con prontitud para evitar un conflicto mayor en el sector educativo.
La CGT y la UDA mantienen, en consecuencia, su estado de alerta y seguirán exigiendo tanto la reactivación de la paritaria nacional como una revisión integral de la reforma educativa planteada, en defensa de los derechos laborales y económicos de los docentes en todo el país.