El presidente Javier Milei afirmó que «no hay que tenerle miedo al progreso económico» y que en Argentina «queremos ser un refugio para quienes apuestan al desarrollo tecnológico», al disertar en el Tech Forum Argentina, evento que reunió en el Hotel Libertador a referentes de la tecnología y las finanzas digitales.
«Todo lo que es nuevo siempre genera temor, por eso muchos políticos le tienen miedo a lo desconocido», sostuvo el presidente al referirse al concepto de destrucción creativa, y agregó con relación al mercado laboral que «todos vamos a tener trabajo» en la medida que haya flexibilidad. «El problema es que a los políticos les gusta el control y no les gusta la flexibilidad. Pero entonces, el problema no es la tecnología, el problema son los políticos», reafirmó.
En este sentido, el mandatario resaltó que «el progreso tecnológico genera rendimientos crecientes» pero advirtió que, ante ese panorama, los políticos «cuando ven rendimientos crecientes, los asocian con monopolio y quieren regularlos; los políticos siempre quieren regular».
Tras considerarse un «tecno optimista», Milei sostuvo que «la tecnología es la mayor muestra de las capacidades que tiene el ser humano, tanto a nivel individual como colectivo», y que «cada innovación tecnológica es un paso que ha dado el hombre en solucionar un problema, permitiéndose tener tiempo ocioso para resolver el siguiente».
En la misma línea, destacó que los escenarios distópicos asociados al desarrollo tecnológico «no tienen sentido». Dijo: «Todos esos escenarios distópicos que creen que directamente las máquinas se comen a los humanos… La pregunta es: ¿para qué están haciendo todo ese desarrollo? Alguien lo va a tener que demandar ¿no? Y son humanos. Además, quienes invierten y ponen los recursos también son humanos».
Por otra parte, Milei resaltó que el descubrimiento de internet y «la expansión en desarrollo productivo de los últimos siglos es testamento de que a mayor innovación, mayor prosperidad» y de que «el avance de la libertad engendra la innovación».
Sin embargo, destacó que «siempre habrá una puja entre el privado y el Estado, entre quienes innovan y quienes regulan», y puso en valor el evento «protagonizado en gran medida por referentes de la tecnología blockchain y las criptomonedas, que se proponen patear el tablero en muchos aspectos», en especial el referido a «separar al poder político del control económico».
Por eso, dijo, «esto es una prueba cabal de que el individuo le dijo basta al Estado y decidió ponerle un freno donde más le duele, que es el bolsillo». Y alertó que «los ciudadanos del mundo están cansados de la política monetaria y el chamanismo económico, de la inflación, de que un zángano pueda triplicar la base monetaria por capricho como si fuera inocuo, siendo que no solo no es inocuo, sino que empuja a la pobreza a cientos de miles».