La Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), bajo el Ministerio de Seguridad de la Nación, ha implementado por primera vez un protocolo formal para la destrucción segura de chalecos antibalas vencidos y otros equipos específicos de las fuerzas de seguridad, como cascos y vestimentas. Esta medida, incluida en la Resolución 145/2024, busca resolver un problema histórico que ha afectado a las instituciones policiales del país.
Durante años, los chalecos y materiales similares se acumularon en los depósitos de las fuerzas, generando dificultades logísticas y riesgos ambientales. Los chalecos ocupan un espacio considerable, dificultando el almacenamiento de otros equipos esenciales para el funcionamiento eficiente de las fuerzas de seguridad.
Además, los materiales que componen estos chalecos, principalmente fibras sintéticas, son altamente contaminantes. Sin una normativa clara para su eliminación, su almacenamiento prolongado presenta un riesgo ambiental significativo, debido a los residuos tóxicos que pueden generarse.
Otro aspecto preocupante es la seguridad pública; cuando los chalecos vencidos no son destruidos adecuadamente, existe el riesgo de que caigan en manos de delincuentes, lo que podría poner en peligro a la ciudadanía.
El nuevo protocolo, impulsado por la ministra Patricia Bullrich, detalla métodos seguros para la destrucción de los chalecos antibalas, que incluyen:
- Triturado
- Corte
- Fundición
- Deshilachado
Este procedimiento, elaborado por el ANMAC y liderado por Juan Pablo Allan, garantiza la eliminación total y segura de los chalecos, evitando que sean reutilizados o reciclados de manera inapropiada. Con esta iniciativa, se busca no solo mejorar la seguridad pública, sino también proteger el medio ambiente de los residuos nocivos generados por estos materiales.