El secretario general del gremio de Obras Sanitarias, Silvio Barrionuevo fue contundente al referirse a la situación laboral y las posibles consecuencias de la ley Bases. «Los trabajadores no podemos estar al margen de la discusión sobre las posibles reformas a las leyes laborales vigentes», sentenció.
En ese sentido, el dirigente sostuvo: «Primero debemos discutir la calidad y el monto de los salarios a percibir, hay millones de empleados en relación de dependencia que se encuentran bajo la línea de pobreza».
Además, agregó que la discusión salarial es «crítica»: «Sobre todo por la continua desmejora relativa de los salarios, primero por la continuidad de la inflación, pero luego también por el incremento indiscriminado de tarifas y servicios, sin contemplación de la capacidad real de las familias para poder afrontar los compromisos que establece esta nueva dinámica de la economía».
«La restitución del impuesto a las ganancias para los salarios medios, es otro de los atropellos que muestra con claridad un retroceso y una gran falta de sensibilidad política por parte del gobierno nacional, que no escatima en agobiar las cuentas ya apretadas de los trabajadores», reclamó Barrionuevo.
Al respecto, aseguró que «no se puede llevar adelante el ajuste más grande de la historia, teniendo como principal estrategia quitarle parte del salario a los que tienen el derecho elemental de contar con un sueldo digno, como tampoco seguir esquilmando a nuestros padres y abuelos, a través de la disminución escandalosa del poder adquisitivo de las jubilaciones».
«Los cambios tecnológicos, el homeworking, los nuevos empleos surgidos a partir de la tecnología de este siglo y en especial pre y post pandemia, nos obligan a reflexiones y posibles cambios, que el movimiento obrero viene gestando puertas adentro», analizó.
Aunque advirtió que «cambiar no significa eliminar y quitar derechos, cambiar es mejorar, actualizar, sumar, enriquecer». «Para eso los trabajadores debemos ser parte de la discusión. Que nadie piense que se pueden llevar por delante derechos laborales conseguidos en años de lucha y trabajo, sin consensos y discusiones profundas. Sin la CGT y las organizaciones gremiales no hay discusión, ni reforma, ni cambios posibles.», subrayó.
«Las cargas deben ser parejas, si no hay beneficio para las grandes fortunas o posibles inversores, no se debe hacer a costa del esfuerzo de los trabajadores. Ajustar sobre los más débiles, es una mala costumbre de algunos gobiernos que solo creen que el pueblo es el único culpable de los males de nuestra patria, mientras seguimos contemplando cómo sigue creciendo la concentración de la riqueza en detrimento de las grandes mayorías», concluyó el dirigente de Obras Sanitarias.