Buenos Aires/ Tigre.
La Policía Federal Argentina a través de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Dirección General de Cooperación Policial Internacional, detuvo a una mujer argentina sobre quien pesaba un pedido de captura internacional a requerimiento de la Oficina Central Nacional (OCN) Washington de los Estados Unidos, por el delito de lavado de activos.
En cuanto a los hechos investigados por la Justicia norteamericana, los cargos que se le imputan son la emisión de transferencias de grandes sumas de dinero ilegal desde Argentina hacia empresas fantasma radicadas en los EE.UU., en complicidad con Paul Oswald Morani, quien en los últimos años se instaló en Miami con varias firmas que se presentaban como compañías navieras dedicadas al transporte internacional de cargas, las que en realidad desviaban dinero desde Colombia y Argentina hacia cuentas radicadas en el país del norte.
Como referencia de la magnitud de las actividades ilícitas investigadas, solo en el año 2018 las cuentas bancarias de Morani y siete de sus entidades corporativas, incluidas empresas en el sur de Florida y Delaware, recibieron alrededor de 350 millones de dólares en fondos, en gran parte provenientes de nuestro país.
La aprehensión de Morani llevada a cabo en los últimos días en los EE.UU., promovió que las autoridades judiciales de ese país enviaran la documentación formal por los conductos diplomáticos correspondientes, para proceder a la detención con fines de extradición de su socia en la Argentina.
En consecuencia, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 2 a cargo del Dr. Sebastián Roberto Ramos, Secretaría N° 4 del Dr. Esteban Murano, encomendaron a los efectivos de esta División la localización de la causante, iniciándose así las tareas de campo que permitieran hallar su paradero.
Las pesquisas implicaron la compulsa de diversas bases de datos tanto de organismos públicos como privados, como así también la exploración en redes sociales y de los sistemas informáticos que proporciona la Organización Internacional de Policía Criminal (O.I.P.C. – INTERPOL).
En razón de la información recolectada, se desprendieron varios domicilios a través de los cuales, mediante tareas de inteligencia, se obtuvieron datos acerca de distintos vehículos de alta gama que utilizaba la fugitiva.
A partir de esos informes, se consultaron distintas empresas de rastreo satelital para geolocalizar los rodados en cuestión, lográndose determinar el domicilio en el que habitaba la mujer, el cual se hallaba en el barrio cerrado Santa Bárbara de la localidad de Tigre, provincia de Buenos Aires.
Tras un discreto operativo en la zona, los agentes federales pudieron capturar a la prófuga en la vía pública, sobre el Corredor Bancalari frente a la Estación de General Pacheco. La acusada, argentina de 54 años de edad, quedó a disposición del Juzgado Interventor a la espera del correspondiente proceso de extradición.