Mariana Inés Segurado será Maestra Distinguida

Expediente 245.267 del concejal Javkin

VISTO

La necesidad de reconocer el compromiso de aquellos ciudadanos que se han destacado dentro de su comunidad por los valores de solidaridad; y

CONSIDERANDO

Que la Maestra Mariana Inés Segurado, tiene 44 años y desde hace cuatro trabaja en la zona de Empalme Graneros.

Que Mariana tuvo desde siempre, una marcada inclinación por la solidaridad. Buscar canales para ayudar al otro es algo que siempre la preocupó.

Que quizá por eso escogió la carrera docente. Con la intención de formarse para poder luego ayudar al prójimo en su educación.

Que llevando la docencia en la sangre, terminó organizando un comedor, y un merendero, donde además se realizan trabajos de contención para chicos con problemas de adicciones, se dan cursos para que las mamás aprendan de prevención, y otras muchas actividades sociales en beneficio de todo el barrio.

Que Mariana fundó el proyecto Nidos (Núcleos Inclusivos de Desarrollo Óptimo) en una pequeña casita de Garzón y Sorrento donde hoy funcionan todas las actividades sociales que ella desarrolla.

Que en esa zona de casas precarias donde lo que más abunda es la necesidad, Mariana desarrolla sus actividades solidarias en forma diaria, haciendo una gran diferencia para las personas que viven en Empalme Graneros y el asentamiento Cullen.

Que Mariana genera ese impulso que permite transformar la realidad. Lo hace en forma anónima y con el diario esfuerzo personal y económico; anteponiendo el amor a cualquier otro interés, para transformar la realidad de los más vulnerables.

Que según destacaba la propia Mariana en una reciente nota periodística, de las situaciones más difíciles afloran los grandes cambios: “A los treinta años sufro un cáncer de útero que me impide volver a ser mamá. Desde que tuve que atravesar esa enfermedad comienza un replanteo de lo que quiero para mi vida si lograba superarla. Con otra mentalidad, espíritu y un concepto muy diferente de valoración por la vida, comienzo a concurrir a una iglesia de Zona Norte. Es allí donde un día llega un joven que había estado preso en la cárcel de Coronda y cuenta su experiencia de vida. Esto nos hace saber que Empalme estaba en llamas, muy olvidado, y que necesitaba de nuestra ayuda”. “Imaginate esas historias contadas a señoras paquetas de Zona Norte, cada vez que venía este chico no sabíamos qué hacer. El no conocer y el prejuicio al principio nos jugaron una mala pasada, pero de a poco fuimos conociéndolo para en poco tiempo terminar conociendo su barrio, Empalme Graneros, más precisamente al asentamiento que ahora se denomina Cullen. Para nosotros fue un inframundo ese lugar, el barro, las casas tan precarias, siempre lo veíamos desde el puente de Sorrento pero nunca en profundidad.  Allí me di cuenta de que era mi lugar en el mundo y ahí me quería quedar”.

Que Mariana destaca que estar en el barrio “…me enseñó mucho, imagínate que ni sabía lo que era un bunker, me fui haciendo del barrio y aprendiendo a sobrevivir. La manera de ingresar a los núcleos familiares de esa zona fue mediante una campaña de entrega de termómetros. Obviamente entendíamos que para ellos también era un tema aceptarnos, ya que sabemos del prejuicio al que están sometidos. Pero realmente lo que sucedió con esa campaña fue mágico, los repartimos casa por casa y así fuimos conociéndolos y contándoles que íbamos a empezar a trabajar en el barrio. La apertura de la gente fue fenomenal, al concurrir al barrio con “Cachilo” el ex convicto, todos nos abrían sus puertas”.

Que Mariana también se refirió en la nota periodística a las actividades que organiza en el barrio, como actividades con meriendas especiales, actuaciones,canto y hasta cine. “Comenzamos a llevar fichas de los chicos que venían a las actividades y realmente aprendimos mucho de ellos. Convivimos y mutuamente nos enseñamos cosas, lo que empezó con mucho desorden finalizó con mucho respeto y aceptando las diferencias de cada uno. Fue tan increíble lo que pasó ahí que logramos que un bunker que estaba al lado nuestro dejara de vender las dos horas que hacíamos las actividades. Así estábamos tranquilos y sin situaciones tensas. Sin querer también convivimos con ellos porque fuimos nosotras quienes ocupamos el barrio”.

Que Mariana también destaca que “fuimos realizando eventos como comienzo de clases, pascuas, día del niño, vacaciones y diferentes actividades recreativas. Contamos con las donaciones de la gente, uno de mis sueldos va íntegramente a estas obras. Recién este año el estado nos donó pan dulce y budines”, añadió.

Que una realidad invisible se esconde en muchos barrios de la ciudad. Mariana se refiere a este hecho: “Cuando parecía que habíamos visto la pobreza a flor de piel, ingresamos a siete cuadras a un asentamiento que nos dejó estupefactas… Esa navidad empezamos a conocer ese lugar, a su gente y dijimos tenemos que estar acá también”, comentó la docente.

Ya en Garzón y Sorrento, tuvieron que enfrentar una cruel realidad. Comenzaron a hacer las meriendas, actividades en ambos lugares, hasta que una mamá les abrió las puertas de su patio para trabajar más cómodos. Paulatinamente pudieron ir haciendo pequeños cambios para trasformar apenas la realidad que vivían. Chicos que eran soldaditos se escapaban para jugar y asistir a las actividades solidarias que organizaban.

Que el nombre de este importante proyecto ha sabido captar la naturaleza de la acción. Y tiene también una historia que a Mariana le gusta relatar: “Una mamá de allí nos dijo un día, que junto a los chicos parecíamos las gallinas con sus pollitos. Esa frase nos quedó y nos pareció que “nido” era una palabra que nos representaba y hablaba mucho de nosotras. El hecho de cobijar y dar amor a chicos y grandes era nuestro fin. Mi vientre no me dio más hijos, pero esta actividad me llenó de otros tantos y me hace muy feliz”.

Que finalmente se pudo invertir en una casa que se vendía. Allí se realiza día a día una labor enorme con las mamás en concientización y prevención de drogas. También funciona un jardincito para niños, y se alfabetizan a 50 familias. Muchos toman conciencia y luego van a una escuela formal. También en caso de adultos. Ellos también demandaban el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Que Mariana siempre tuvo inclinación por las actividades solidarias, pero luego de superar la grave enfermedad que padeció a los 33 años, algo en ella había cambiado y le exigía dedicarse por completo a las actividades que tuvieran por objetivo ayudar al semejante.

Que así, cuando conoció las necesidades tan urgentes que existen en Empalme Graneros no lo dudó. Hoy combina su trabajo en dos escuelas tobas de la ciudad con todas las tareas solidarias que realiza en Empalme.

Que además, todo el trabajo solidario de Mariana es fruto del sacrificio propio, ya que ni ella, ni las cinco mujeres que la ayudan cuentan con ningún aporte público o privado.

Que en un barrio atravesado por la droga y las adicciones, Mariana prontamente se dio cuenta de las especiales necesidades de su gente. Estudió la especialidad y hoy es técnica superior en prevención de adicciones. Así empezó a trabajar con las mamás y las formó como «preventoras» para que ellas puedan detectar cuándo sus hijos están en riesgo de caer en la droga y también ayuden a otras madres.

Que actualmente hay 15 mujeres «preventoras» en violencia y adicciones, en Empalme Graneros.

Que a su vez, se realizan actividades para los niños de todo tipo, desde juegos no violentos hasta apoyo escolar y festivales. También comenzarán con apoyo escolar para adultos, con el objetivo de que puedan terminar la primaria o la secundaria según el caso. Y también funciona el comedor y el merendero para 100 chicos, pero solamente «cuando hay donativos de comidas», cuenta la mujer que destina un sueldo entero a esta obra benéfica.

Que la maravillosa e incansable tarea de la maestra Mariana Inés Segurado, ha sido sumamente valorada por las personas de su comunidad, y han traído consigo numerosos beneficios a toda la sociedad, constituyendo un ejemplo digno de ser resaltado y galardonado por las autoridades civiles de la Ciudad.

Que son ampliamente conocidos en el barrio, los incontables esfuerzos que, durante muchos años ha ofrecido en forma desinteresada la maestra Mariana Inés Segurado en pos de mejorar la calidad de vida de toda su comunidad y de la sociedad en general.

Que por lo expuesto, los concejales abajo firmantes elevan para su aprobación el presente proyecto de:

DECRETO

Artículo 1º.- Declárase Ciudadana Distinguida de la Ciudad de Rosario a la Maestra Mariana Inés Segurado, destacando y valorando los esfuerzos personales que durante muchos años viene realizado en forma desinteresada a fin de mejorar la calidad de vida de los vecinos de Empalme Graneros, del asentamiento Cullen y de toda la comunidad en su conjunto.

Artículo 2°.- El Concejo Municipal otorgará la presente distinción, como reconocimiento a la homenajeada, en un acto público que se llevará a cabo en fecha y lugar a designar.

Artículo 3°.- Comuníquese a la Intendencia con sus considerandos, publíquese y agréguese al D.M.