El proyecto, que representa una inversión actualizada de más de 150 millones de pesos, incluye la renovación de 7000 metros cuadrados y nuevos espacios de encuentro cultural y de esparcimiento.
El gobernador Miguel Lifschitz, junto con la intendente de Rosario, Mónica Fein, y la concejala Verónica Irizar, supervisó este viernes las obras de remodelación de la Biblioteca Argentina «Dr. Juan Álvarez» de la ciudad de Rosario.
El plan de renovación y ampliación fue proyectado desde la secretaría de Planeamiento municipal y es financiado por el gobierno provincial, con un presupuesto actualizado de más de 150 millones de pesos.
“La Biblioteca Argentina es un lugar emblemático de Rosario, muy querido para todos los rosarinos y para todos los que transitamos alguna vez por estas salas. Además, es un edificio de valor patrimonial muy importante en la ciudad, ubicado frente a la Plaza Pringles, en un lugar privilegiado. Es por eso que tomamos la decisión con la municipalidad, en conjunto con la intendenta, de encarar un plan de remodelación integral del edificio actual, del histórico y también la construcción del nuevo edificio por calle Presidente Roca”, explicó el gobernador.
“Este es un proyecto que teníamos preparado y guardado desde hace muchos años pero que no habíamos podido concretar. Las obras están en marcha y esperamos concluirlas en este primer semestre del año podamos para reinaugurar la querida Biblioteca Argentina”, aseguró Lifschitz.
PRESENTES
De la recorrida participaron, además, la secretaria de Obras Públicas provincial, Jorgelina Paniagua; el secretario de Cultura y Educación municipal, Guillermo Ríos, y funcionarios provinciales y municipales.
EL PROYECTO
La restauración integral tiene como objetivo mejorar la conexión para los más de 9 mil visitantes que cada mes buscan los servicios de lectura o los salones para grandes y chicos, y asisten a los talleres, ciclos de arte y espectáculos. También pretende optimizar el funcionamiento de la biblioteca, que dispone de más de 200 mil libros, para posicionarla en los estándares de conservación y patrimonio bibliófilo que la destacan. Tras la obra, la biblioteca triplicará la capacidad de depósito actual.
El tradicional ingreso a la biblioteca por calle Presidente Roca es una de las principales novedades del proyecto. Contará con cuatro pisos para la actividad cotidiana y otros seis que serán destinados a preservación del patrimonio escrito. En total, serán 1710 metros cuadrados nuevos para la gestión del conocimiento comunitario y la producción cultural de la región. Contará con cinco salas para usos innovadores.
En la planta baja de la biblioteca funcionará un bar literario y servicios de préstamo de libros, fotocopiadora y navegación en internet. Habrá estanterías abiertas y libros al alcance de la mano. En tanto, en el primer piso, trabajará la hemeroteca, una sala para investigadores y boxes para estudiar. En el segundo piso funcionará la sala de la biblioteca depositaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que actualmente está en la hemeroteca. El tercer piso se destinará a procesos técnicos de encuadernación. En tanto, el cuarto piso tendrá un espacio de usos múltiples para charlas, simposios, congresos y exposiciones que son parte de la actividad anual de la biblioteca. Además, se readecuarán los depósitos en el subsuelo.