Expediente 253.227 de la concejala López.
VISTO
La angustiante situación por la que atraviesa la población indígena del país hermano de Bolivia, frente a la violenta represión desatada por el gobierno de facto de Jeanine Áñez y;
CONSIDERANDO
Que el blanco de las fuerzas represivas es mayoritariamente el pueblo indígena que se ha levantado contra el golpe de estado que depuso al gobierno constitucional de Evo Morales, dejando como saldo una gran cantidad de muertos y heridos. La violenta avanzada del ejército se desató sobre ciudades como El Alto, Sacaba, Senkata, Huayllani, entre otras, costando la vida de más de 30 ciudadanas y ciudadanos, y centenares de heridos, hasta el momento.
Que el Gobierno de facto en Bolivia, en la persona de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez, emitió un decreto eximiendo a las Fuerzas Armadas de responsabilidades penales en la represión, constituyendo no sólo un acto de ilegalidad e inconstitucionalidad aberrante, sino asumiendo desde el poder la responsabilidad del terrorismo de Estado, volviendo así a las oscuras páginas de la historia latinoamericana de los 70’ y 80’, cuando las dictaduras ilegales asesinaban a la población que resistía el avance del autoritarismo.
Que, como hemos dicho en ocasión de repudiar este golpe de estado, el derrocamiento de Evo Morales confirma que el entramado empresarial militar, junto con el apoyo de las potencias de la región, ha regresado en América Latina como hacía tiempo no sucedía. Esto remite a la centralidad adquirida por la amenaza y el efectivo uso de la fuerza, así como el lugar del control civil y democrático de las fuerzas armadas. Hechos como estos que asolan la república hermana de Bolivia, reabren un ciclo de sublevaciones populares, represión salvaje, caos y violencia política, y lamentablemente interrumpen diez años de crecimiento económico, estabilidad política e inclusión social.
Que uno de los símbolos que enarbolan las hermanas y hermanos bolivianos en la lucha contra el golpe de estado y en defensa frente a la represión del gobierno de facto, es la denominada bandera Wiphala, una enseña que representa a los pueblos andinos de América del Sur. Cada uno de los siete colores que la componen representa un significado. El rojo es el planeta Tierra, la expresión del hombre andino; el naranja es la sociedad y la cultura, la preservación y procreación de la especie humana; el amarillo es la energía y fuerza, expresión de los principios morales; el blanco es el tiempo, la expresión del desarrollo de la ciencia y la tecnología, también del arte y el trabajo intelectual; el verde es la economía y la producción andina, riquezas naturales de la superficie y el subsuelo, la flora y fauna; el azul es el espacio cósmico, el infinito, la expresión de los sistemas estelares y los fenómenos naturales; y el violeta es la política y la ideología andina, la expresión del poder comunitario y armónico de los Andes.
Que por lo expuesto, las concejalas y concejales abajo firmantes, elevan para su aprobación el siguiente proyecto de:
DECRETO
Artículo 1°.- Dispóngase la colocación de la bandera “Wiphala”, enseña que representa a los pueblos andinos de América del Sur, en uno de los mástiles escolta del Monumento Nacional a la Bandera, desde el día 25 de noviembre al 2 de diciembre del corriente años, como símbolo de solidaridad con los pueblos indígenas del Estado Plurinacional de Bolivia, víctimas de la represión del ejército durante los graves hechos que precedieron al golpe de estado perpetrado contra el gobierno constitucional de Evo Morales.