El diputado provincial y jefe de la bancada socialista Joaquín Blanco, se manifestó este lunes 27 respecto de la gestión del gobernador Omar Perotti, y dijo que «a 50 días de haber asumido no se conoce nada de cuál es su programa de gobierno, y hasta aquí todo su accionar se basa en un relato catastrófico respecto de la administración recibida con el claro objetivo de justificar un achicamiento del Estado».
«Que como en todo ajuste -continuó-, los principales perjudicados serán los sectores más vulnerables y los trabajadores». Y agregó: «Estamos absolutamente dispuestos a discutir cualquier tema y a abordarlo con la seriedad y la profundidad que se requiera, pero para eso se necesita un clima de diálogo distinto y de respeto por la oposición, donde las operaciones y el apriete no pueden ser aceptadas como lógica de funcionamiento.
El rol de la legislatura, en un estado de derecho, es discutir los proyectos, aprobando o desaprobando según corresponda y no ser una escribanía del gobierno. Así fue durante los últimos doce años, donde muchas iniciativas naufragaron en las cámaras y eso no nos impidió gobernar».
En este sentido, el diputado manifestó que esta estrategia de menoscabar todo lo hecho viene desde hace varios meses «con una intencionalidad muy clara».
«El no querer que haya transición, las críticas permanentes de cada uno de sus ministros y del propio Perotti, las descalificaciones de Saín, los anuncios de las postergaciones para sostener la política salarial, y otras actitudes del último tiempo, hoy se interpretan como capítulos de una película que no es más que un plan sistemático para gobernar sin oposición y construir legitimidad para avanzar con un fuerte ajuste, que impactará en los servicios, los empleados, las empresas y los gobiernos locales». «Es un camino equivocado, que los Argentinos ya sufrimos, y que no nos lleva a ningún lado positivo», enfatizó.
Blanco reafirmó que «cada proyecto que llegue se analizará con la responsabilidad y la profundidad que amerite», y aclaró que «hasta el momento no se conocen ninguna de las nuevas iniciativas».
«Queremos estudiarlas, trabajarlas y hacer aportes. No vamos a darle superpoderes a nadie como tampoco lo pedimos nunca cuando éramos gobierno. La calidad institucional de Santa Fe debe respetarse», detalló.
El legislador señaló que «es muy peligroso el camino que hasta acá eligió el Gobierno». «La confrontación permanente y la descalificación del adversario, como forma casi exclusiva de construcción política son desconocidas en Santa Fe, al menos en los últimos 25 años”, sentenció.
«No creemos en el caudillismo -advirtió- y sí en el diálogo entre poderes y la institucionalidad. Perotti fue votado para ser gobernador y debe ejercer plenamente esa función, y el Frente Progresista, con una fuerte representación parlamentaria, debe cumplir con la suya».
En este sentido, Blanco recomendó que «si la situación es tan grave como dice el gobernador, le pedimos que actúe con responsabilidad y privilegiando las instancias de diálogo».
Y sostuvo: «Es temeraria la estrategia con la que buscó poner de rehén a los empleados públicos primero, después a las empresas y proveedores, y luego a los intendentes, para sancionar leyes que aún nadie conoce».
«En Santa Fe no vamos a aceptar la lógica del látigo y la chequera. Sorprende este intento tardío del Gobierno de instalar la grieta en una de las pocas provincias que había permanecido a salvo”, finalizó.