Mató a su hijo de un escopetazo porque “Vivía un infierno”

La Plata/ Buenos Aires.

Un hombre de 44 años fue encontrado asesinado de un balazo junto a su auto en la banquina de la ruta 11, a la altura de la ciudad bonaerense de La Plata, y su padre confesó que lo mató, informaron fuentes policiales.

La víctima fue identificada por la Policía como Fernando Cornoglio (44), quien tenía 21 causas penales en su contra, tres de ellas con sentencia.

Según las fuentes, este hombre fue encontrado cerca de las 21.30 del domingo pasado en la intersección de la ruta 11 con la calle 644, en La Plata, por vecinos que lo vieron tendido en el suelo, boca abajo y con sangre en la nariz y en la boca, a dos metros de un auto Chevrolet Corsa Classic color gris.

Tras ser alertados de la situación por un llamado al 911, efectivos policiales se trasladaron hasta lugar y a través del personal de Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) constataron que Cornoglio yacía muerto.

De acuerdo a los primeros peritajes, la víctima presentaba un disparo que le ingresó por el hombro derecho y le provocó la muerte.

Según las fuentes, la principal hipótesis que manejaron inicialmente los investigadores apuntó a un ajuste de cuentas dados los antecedentes penales de la víctima y que no le habían robado nada, pero luego surgió la pista del padre Mario César Cornoglio (74), al comprobarse en las imágenes de las cámaras de seguridad que estuvo presente en el lugar del hecho.

En base a esa imágenes, los policías llegaron hasta una casa del barrio, donde Cornoglio padre reside con otro hijo y su esposa, y donde se incautaron de una escopeta calibre 16 marca Brenta, además de nueve municiones del mismo calibre.

El acusado contó que se mudaron hace aproximadamente dos años para “alejarse de Fernando”, que en los últimos años se cansó de “comprar teléfonos porque su hijo se los robaba para venderlos, le sacaba plata para drogarse o emborracharse, había amenazado con matarlos y un par de días antes le habían quemado en La Balandra el auto que Mario le había comprado para que lo trabajara como remis”. En ese marco, describió su vida como “un infierno”, según publicó el sitio 0221.com.ar

El hombre quedó imputado por “homicidio calificado por el vínculo y agravado por el uso de arma de fuego” y aunque por su calificación este delito contempla la máxima pena (perpetua), la fiscal no pidió la detención del acusado por entender que no hay riesgos procesales que lo justifiquen.