Expediente 264539 de la concejala López.
Un importante documento de INALI (CONICET-UNL) describe los graves problemas que se generan cuando los incendios, mayoritariamente intencionales y acentuados por la gran sequía, se vuelven ingobernables.
Los grandes incendios en los humedales pueden afectar los servicios ecosistémicos y recursos que brindan a los pobladores y las economías locales. En cuanto a la salud humana, el principal resultado de las quemas que podremos notar es la presencia de una gran cantidad de humo.
El humo es el resultado de la combustión incompleta de un material y es una mezcla de gases, vapores y pequeñas partículas líquidas (gotas) y sólidas (carbón u hollín) en suspensión. Los gases que se desprenden van a depender en gran medida del tipo del combustible, pero la mayoría son tóxicos.
Dentro del humo se formarán muchas sustancias capaces de generar daño agudo (corto plazo) o crónico (largo plazo) sobre la salud humana. Estos gases tóxicos pueden ser irritantes y asfixiantes, siendo los más importantes el monóxido de carbono, cianuro, amoniaco, benceno, formaldehído, óxidos nitroso y nítrico.
En el documento de INALI (CONICET-UNL indica que el hollín y las partículas líquidas ayudan a la propagación de los tóxicos en el organismo. La principal forma de entrada de las sustancias tóxicas es la vía respiratoria y así se incorporan al torrente sanguíneo a través de los pulmones. Las partículas de mayor tamaño suspendidas en la atmósfera pueden quedar atrapadas en el material mucoso del aparato respiratorio, o bien inducir el reflejo de tos y eliminarse con cierta facilidad.
En cambio, las partículas pequeñas pueden llegar más profundo en el aparato respiratorio y producir alteraciones mayores e incluso inducir procesos asmáticos o agravar los preexistentes.
Si bien la población en general puede sufrir consecuencias, los más afectados serán ancianos, niños, personas con enfermedades respiratorias previas (asma, enfisema, EPOC, etc.), fumadores, inmunodeprimidos, embarazadas y enfermos cardíacos.
Las principales manifestaciones que pueden aparecer por respirar humo incluyen tos, ardor en los ojos, goteo nasal, irritación paranasal, ataques de asma, dolor de cabeza, dificultad para respirar o aceleración de los latidos cardíacos.
Por lo tanto, la Concejala Norma López solicita a la municipalidad de Rosario un evaluación para conocer las consecuencias físicas provocadas por la propagación de humo proveniente de las islas como vinieron ocurriendo en estos últimos tiempos.
D E C R E T O
Artículo 1º.- Encomiéndese al Departamento Ejecutivo Municipal para que, a través de la repartición que corresponda, conforme la Mesa de Evaluación Científica para analizar los abortos espontáneos, partos prematuros, nacidos vivos, y consultas cardiológicas y por causas respiratorias; con la finalidad de analizar el impacto del humo producto del incendio en las Islas del Delta del Paraná, desde el 2006 a la fecha.
La mesa se conformará con las siguientes representaciones:
• Un (1) concejal o concejala de la Comisión de Salud, un (1) concejal o concejala de la Comisión de Feminismos, Disidencias y DDHH, un (1) concejal o concejala de la Comisión de Ecología y un (1) concejal o concejala de la Comisión de Gobierno.
• Un (1) representante del CONICET • Un (1) 1 representante del Instituto de Salud Socio Ambiental.
• Un (1) representante de la Dirección Científica del Centro de Medicina Tropical y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.
• Dos (2) representantes de movimientos ambientalistas con diez años de antigüedad como requisito mínimo.
Artículo 2º.- La Mesa de Evaluación Científica se reunirá mensualmente.