Algo en Común El diario de Rosario
Además de alimentos, se entregaron publicaciones culturales, ropa de abrigo, repelentes y, en el marco del Año Belgraniano, una bandera argentina y otra de la ciudad para la escuela Marcos Sastre.
Este sábado 6 de junio, la Municipalidad de Rosario desarrolló un operativo de asistencia alimentaria y distribución de donaciones para familias que viven en las islas frente a la costanera norte de la ciudad. Con el apoyo de personal de Prefectura Naval Argentina y embarcaciones particulares, el equipo del Centro Municipal Distrito Norte Villa Hortensia, la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat, y de voluntarias y voluntarios, se concretó la entrega en las zonas de El Espinillo y La Invernada.
“Esta es una instancia sumamente importante para generar nuevos vínculos dentro del territorio”, aseguró en la ocasión la directora distrital Elisa Caballero Rossi, y señaló el valor de concretar este tipo de acciones: “Se trata de un contexto de oportunidad y da cuenta de nuestra voluntad para estrechar los lazos con la comunidad isleña, quienes son parte de nuestra querida ciudad”
Durante la jornada se entregó una cantidad importante de alimentos, publicaciones culturales y ropa de abrigo, así como repelentes producidos por la Universidad Nacional de Rosario para las chicas y chicos que acuden a la Escuela N° 1139 Marcos Sastre y sus familias. Además, de cara al 20 de junio y en el marco del Año de Belgrano, se donó una bandera argentina para enarbolar en el mástil de la institución, y una bandera de Rosario en representación a la unión de ambas costas.
La Escuela N° 1139 Marcos Sastre está a la vera del río Paraná y es el único establecimiento escolar isleño que pertenece al territorio santafesino. Su comunidad educativa está conformada por nueves familias, diecisiete alumnos y alumnas que cursan desde jardín de 3 años hasta séptimo grado.
“Estoy muy agradecida de que se hayan acercado, para nosotros es muy importante este aporte que hace la Municipalidad”, destacó por su parte la directora y docente de la escuela, Fabiana Rodríguez.
En la isla, la mayoría de las personas viven de la pesca y otras, en temporada, se dedican la venta de artesanías. Pero debido aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional a causa de la pandemia por el Covid-19, muchas familias se encontraron sin poder trabajar y por lo tanto se vieron perjudicadas económicamente.
En ese sentido, la directora sostuvo: “Siempre viene bien la ayuda. Por suerte existen personas, organizaciones y clubes que permanentemente colaboran con la comunidad de la isla”. Asimismo, subrayó también la importancia de la cercanía con el municipio. “Estar en contacto con el distrito nos da la posibilidad de concretar muchas ideas que tenemos, trabajar en proyectos con las mujeres y los niños de la comunidad de la isla. Hay mucho terreno por explorar y mucho por hacer”, concluyó.
