Este domingo se realizó un almuerzo solidario en barrio Fontanarrosa (ex Zona Cero), zona norte de nuestra ciudad al conmemorarse un nuevo aniversario de Franco Casco, familiares de víctimas de violencia policial acompañaron a Ramón Casco, padre de Franco quien dialogó con el diario Algo en Común, manifestando que este evento solidario que se realizó este domingo 28 de junio, al cumplir años mi hijo el lunes pasado. Por eso nos reunimos familiares y amigos de la multisectorial de Padres de gatillo fácil, entre todos trabajamos para llevar este homenaje adelante para recordarlo y reclamar mayor celeridad en la justicia.
En cuanto a la situación de la causa, comentó que está parada por la pandemia – hace 6 años que vienen reclamando- el juicio supuestamente se iba a realizar este año y con esto quizás pase para el año que viene.
A tantos años de la desaparición y muerte forzada por el accionar policial y la inacción de la justicia respondió que en el caso de mi hijo fue muy encubierta y aparte se demoraron mucho, hubo muchas averiguaciones, por ejemplo, en los análisis de adn cuando se escondieron pruebas por eso se demoró mucho.
Agregó Ramón Casco, que se hizo tres pruebas para poder identificar si era el cuerpo de él, eso fue por culpa de los médicos y todos los que estaban en la investigación para encubrir el caso.
El 6 de octubre de 2014 Franco Ezequiel Casco, fue detenido y privado de su libertad por personal dependiente de la Seccional 7ª de la Ciudad de Rosario, UR II, para luego ser trasladado a dicha dependencia policial de calle Cafferata 345 de esta ciudad.
Franco llegó a Rosario el 29 de setiembre de 2014 proveniente de Florencio Varela, a pasar unos días en la casa de su tía en el barrio de Empalme Graneros.
La crónica índica que el lunes 6 de octubre de 2014 Franco salió con sus pertenencias de la mencionada vivienda para regresar en tren hacia Retiro, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, siendo éste el último momento en el que su familia tuvo noticias sobre su paradero.
El martes 7 de octubre Elsa Godoy, madre de Franco, esperó su retorno en la terminal de trenes de Retiro, el que nunca se produjo, razón por la cual comenzó a comunicarse telefónicamente con sus familiares en la ciudad de Rosario, quienes le informaron que Franco había partido desde el domicilio en el que se alojó el día anterior pero que no contaban con mayor información desde entonces.
Señaló, Acá han querido tapar muchas pruebas, esto está saliendo todo a la luz.
El día 8 de octubre de 2014 el padre de Franco, Ramón Casco, viajó a esta ciudad a los fines de continuar con la búsqueda de su hijo, y acudió a la Comisaría Nro. 20, donde le manifestaron que no tenían información sobre el paradero de su hijo y que seguían buscándolo. En función de ello, Ramón Casco se apersonó en la Comisaría Nro. 7 de esta ciudad, con una foto de su hijo Franco, la que exhibió a uno de los oficiales quien le comentó que esa persona había sido detenida el día 6 de octubre del 2014, pero que lo habían liberado al día siguiente.
El martes 28 de octubre de 2014, el fiscal Guillermo Apanowicz exhibió fotografías de Franco golpeado, que fueron tomadas dentro de la Seccional 7a. al ser privado de la libertad.
El 30 de octubre, el cuerpo de Franco E. Casco fue hallado sin vida en el Río Paraná, que luego de una intensa disputa judicial en el fuero provincial, la investigación quedó radicada en la Justicia Federal bajo la carátula de Desaparición Forzada de Persona seguida de muerte.
El 2 de octubre de 2017 el Juzgado Federal Nº 3 de Rosario resolvió el procesamiento de una treintena de policías pertenecientes a la Seccional 7a. y a Asuntos Internos, siendo posteriormente confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones el resolutorio en relación a 17 de esos agentes, por lo que se encuentran firmes, asimismo, el Juzgado Federal Nº 3 ha llamado a indagatoria a tres civiles, a quienes se acusa de encubrimiento y falso testimonio.
Por último, al consultar por las otras causas de la multisectorial de Padres de gatillo fácil que esperan sentencias y otras archivadas, señaló que hay muchas causas que están olvidadas, quizás también han cerrado las mismas, por eso debemos luchar entre todos los familiares de las víctimas, juntarnos todos y reclamar cada caso para que no quede nada impune.