Palo Oliver propone la creación del fuero de procesos concursales y de juzgados especializados en concursos y quiebras

Para hacer más eficaz el servicio de justicia.

 

Se trata de un proyecto de ley que dispone la modificación de la ley orgánica del Poder Judicial N° 10.160, creando el fuero de procesos concursales, “el que tendrá competencia para conocer y resolver exclusivamente en todos los procesos concursales regulados por la Ley nacional N° 24.552 (Ley de Concursos y Quiebras) y sus modificatorias” y 5 juzgados de primera instancia de distrito distribuidos en las distintas circunscripciones judiciales de la provincia.

 

En la parte dispositiva del proyecto se dispone que dichos juzgados tendrán como competencia material los procesos resultantes de los concursos preventivos y las quiebras, quedando fuera de su ámbito de actuación los procesos sucesorios.

 

A partir de la entrada en vigencia de la ley todos los procesos concursales se sustanciarán en dichos juzgados, en tanto los que ya estén iniciados deberán continuarse, hasta su finalización, en los juzgados civiles y comerciales donde estén tramitándose.

 

Al respecto, el legislador sostuvo: “es sumamente importante que la justicia avance hacia la especialización en materia de concursos porque esto implica una mayor especialización de los jueces, una mayor dinámica en su sustanciación y una mejor prestación del servicio de justicia”.

 

En este sentido, agregó: “Es un contrasentido que los jueces civiles y comerciales se vean en la situación de tramitar de manera simultánea causas totalmente disímiles en cuanto al modo de instarlas. Por un lado deben dirigir un proceso de carácter dispositivo, en el que son las partes las que instan el mismo y, por el otro, llevar adelante un proceso de carácter oficioso como son el concurso preventivo o la quiebra, en los que le corresponde al juez asumir el rol de impulsor del trámite judicial”.

 

Más adelante expresó: «Es innegable el constante crecimiento en el número de este tipo de procesos y el Poder Judicial debe contar con las herramientas para afrontar esta creciente demanda».

 

Finalmente sostuvo Palo Oliver: “El resonante caso Vicentín puso en evidencia la falencia de la organización de justicia. El juzgado de Reconquista, donde se tramita el concurso preventivo mencionado, se vio repentinamente desbordado en sus tareas por la magnitud de este proceso, complicando incluso el desarrollo de las demás causas que estaban siendo ventiladas en dicha repartición judicial.

 

Este concurso preventivo sólo puso en superficie una situación preexistente. Dejó en evidencia la falta de recursos económicos, materiales y personales, una situación que ya viene desde hace mucho tiempo.

 

Creemos que la especialización de la justicia implica también una mejor y más eficaz distribución de los recursos”.