El proyecto de ley prevé que la colocación de dispositivos de detección y medida de monóxido de carbono y gas, debidamente homologados, sea obligatoria en todos los inmuebles destinados a vivienda unifamiliar o colectiva de uso residencial, a construir a partir de la entrada en vigencia de la norma.
Dichos sistemas de detección deben estar equipados de alarmas sonoras y lumínicas, las que se activarán cuando la concentración de monóxido de carbono supere la medida de 50 p.p.m.
La iniciativa prevé que las construcciones sólo recibirán los certificados, de final de obra y de habitabilidad, en la medida en que cada unidad cumpla con los requerimientos establecidos en la ley. Se prevé también como exigencia en los pliegos licitatorios de obra pública.
Las características técnicas de los detectores son los exigidos por Enargas, debiendo ser certificados por algún organismo de homologación reconocido por dicho ente.
A los efectos de la norma, se entiende como vivienda familiar a las casas, dúplex y departamentos u otros habitados por un grupo de personas con o sin lazos familiares, una pareja o una sola persona, insertas en conjuntos habitacionales de iniciativa pública, privada o de asociación público-privada. Vivienda colectiva es todo edificio o conjunto de edificios que alojan varias viviendas para varias familias o individuos y que conforman conjuntos habitacionales de iniciativa pública, privada o de asociación público-privada.
Entre los fundamentos, el legislador explica que “las estadísticas nacionales indican que, por año, se presentan 600 casos de intoxicación por monóxido de carbono, de los cuales son 70 los que tienen un desenlace fatal. Por otro lado, el 75% de estas muertes encuentran su causa en el mal funcionamiento o el uso indebido de los artefactos a gas».
“Creemos que la colocación de estos sensores, debidamente homologados, permitirá evitar muchas muertes a manos de este asesino silencioso como es el monóxido de carbono. Los detectores constituyen la herramienta muy eficaz para prevenir este tipo de sucesos, ya que el monóxido de carbono no es detectable a través de los sentidos, debido a que carece de olor, sabor, color, y no irrita los ojos ni la nariz”, señaló Palo Oliver.