CARTA ABIERTA A OMAR PEROTTI
Corría el 2007 cuando nos encontramos en una jornada técnica, organizada por la Sociedad Rural Argentina. Sonriendo mencionamos al pasar, el tema de tu candidatura por tercera vez, a la intendencia de Rafaela. Que luego retuviste. Si mal no recuerdo, no he vuelto a verte. Bueno, es una manera de decir porque tu permanencia en cargos públicos se mantuvo desde entonces.
Wiki refresca mi memoria. Hace 30 años empezaste tu carrera política como intendente de Rafaela para pasar mucho después por los cargos de ministro de agricultura provincial, senador provincial, diputado nacional, senador nacional. El año pasado asumiste como gobernador. Ocupaste lugares expectantes en las más importantes comisiones de los cuerpos legislativos en los que revistaste. También fuiste consultor internacional del BID. Y solo mencionaré algo más, por la importancia del reconocimiento, recibiste diploma al mérito de la Fundación Konex por la calidad de tu trabajo como administrador público.
¿Sabés por qué repasé todo esto Omar? Porque no puedo creer que, después de ese brillante trayecto, cargado de diplomas, estés hoy representando el penoso papel de quien no tiene ni idea sobre qué decir frente a una situación de la magnitud como la que estamos viviendo. Te veo, te escucho y no te reconozco Omar. Dejemos el discurso escandaloso y vacío de otros que también llegaron a cargos expectantes, pero no sirven para nada. Vos no Omar. ¿No tenés algo más consistente para decir cada vez que hacés anuncios por la cuarentena que no quedan claros y que después hay que desbrozar para saber qué hacer? Y los cursos de liderazgo, ¿de qué sirvieron? Sabés que dice la calle: “¿Quién le escribe los libretos a éste?”
No te exijo dominio de la terapéutica para combatir al Covid. ¡No! Vos quisiste ser gobernador. Ahora sujetate bien Omar, este es el baile que te toca bailar. Ponete a la par de la ciudadanía que no ha tenido tu privilegio de 30 años de ingreso asegurado, con aportes jubilatorios, vacaciones y ningún día descontado por enfermedad. Echá mano a tanta capacitación, tanto curso, tantas asesorías y ponete al frente de la provincia para aliviar la pesada carga de la ciudadanía santafesina en un momento de tanta gravedad.
Vos tenés herramientas Omar. Ajústate el cinturón con el tema seguridad. Ponete al lado de los quebrados, de los vencidos, de los desocupados. Armá proyectos que recuperen la producción ayudando donde haga falta, tomando distancia de las provincias feudales que ya construyeron su fosa. Ponele freno a quienes quieran ordenarte como proceder en Santa Fe. ¿De qué les sirve a quienes te votaron que tengas tantos títulos? ¿Donde está la aplicación concreta de tus conocimientos? ¿En el cercenamiento de las libertades individuales? ¿En el horario de apertura y cierre de negocios en permanente cambio hasta el ridículo y el descreimiento?
No tengas miedo. Pensá en tus padres y en tu descendencia para darte fuerza y marcar la diferencia.
¿Qué podés perder si asumís actitudes heroicas? Vos te estás jugando tu dignidad, porque tu patrimonio está asegurado. Entonces Omar dale para adelante, somos pocos y nos conocemos mucho. Poné las barbas en remojo. No vamos a hablar de tal o cual partido. De tal o cual personaje. Ya sabemos todo. Hasta los que robaban a hurtadillas o con ciertos recaudos, hoy lo dicen abiertamente. Así que no hay nada que ocultar. Pero eso es pasado Omar. Se supone que tu estudio y experiencia servirían para afrontar grandes desafíos. Vos te preparaste para avanzar hacia el futuro y estás gobernando mirando para atrás. Todo indica que podés darte un golpazo. Y eso, sería lo de menos. Se lo harás dar a 3.500.000 personas que habitamos esta provincia. Soltá el celular y mirá adonde caminás.
Cordialmente.
Susana Tealdi