Algo en Común El diario de Rosario
Los gastos del teletrabajo los deben pagar las empresas.
La nueva modalidad del denominado “home office”, o teletrabajo, implementada como consecuencia de la pandemia de coronavirus, profundizó la precarización laboral en varios sectores, entre ellos los referidos al call center, que hoy dieron su lucha en reclamo para que las empresas se hagan cargo de los gastos que origina esa modalidad de trabajo.
En razón de eso, la Asociación Empleados de Comercio de Rosario se movilizó en la mañana de este miércoles frente al edificio de Mitre 577, donde funcionan varios call center, para pedir que los gastos que implica el teletrabajo (internet, electricidad, etc.) sea abonado por los empresarios y que no salga del bolsillo del trabajador, como ocurre actualmente.
El pedido específico que elevó el gremio mercantil tiene que ver con que los empresarios que tengan en su plantilla a los empleados bajo esta modalidad, les abonen una cifra extra por mes para afrontar dichos gastos y que el Estado haga cumplir ese derecho laboral.
Para que la ciudadanía toda lo sepa, cuando se corta el suministro de electricidad y/o de internet en el domicilio del trabajador y éste no puede seguir con sus tareas, el tiempo que está sin prestar servicio le es descontado de su salario.
En tal contexto, nuestro secretario gremial Juan Gómez explicó que la movilización fue para hacer público el problema que están atravesando los teletrabajadores, ya que hay miles de ellos que hace siete meses se están sosteniendo desde su bolsillo.
Señaló también que los gastos que pagan los teletrabajadores “son gastos que se ahorran las empresas. Nosotros como gremio planteamos que las empresas tienen que hacerse cargo pero también el Gobierno nacional debe intervenir, por lo menos hasta que esté en vigencia la Ley del Teletrabajo.
En la misma línea, delegados y delegadas gremiales del sector aclararon que al no haber respuesta ni diálogo con los empresarios, se está reclamando también en el Ministerio de Trabajo.
Coincidieron también en que el teletrabajador no tiene por qué hacerse cargo de los gastos que implica el trabajo a distancia.
