Expediente 257736 de la concejala Rueda
D E C R E T O
Artículo 1º.- Encomiéndase al Departamento Ejecutivo Municipal que solicite al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe, informes sobre:
- La calidad del agua del Río Paraná a la altura de la ciudad de Rosario, tras la aparición de cianobacterias en la zona de La Florida y el Club Remeros Alberdi.
- Las medidas previstas para abordar la situación de aparición de cianobacterias en la ciudad.
Art. 2º.- Encomiéndase al D.E.M. que, a través de las reparticiones correspondientes, desarrolle una campaña de información destinada a la ciudadanía sobre los cuidados necesarios para evitar afecciones a partir del posible contacto directo o la ingesta de agua contaminada con cianobacterias.
Las cianobacterias
Las cianobacterias son un grupo de bacterias prehistóricas, que al igual que las plantas y otros microorganismos, como las microalgas, son capaces de realizar fotosíntesis captando dióxido de carbono del medio y produciendo oxígeno. Se encuentran ampliamente distribuías en sistemas acuáticos, también pueden encontrarse en la nieve, en suelos húmedos y/o haciendo asociaciones con otros organismos; siendo elementos fundamentales para el correcto funcionamiento de los ecosistemas, aunque en ocasiones, pueden suponer un problema ambiental.
Floraciones o blooms
Las dificultades con las cianobacterias se relacionan particularmente con lo que se conoce como floraciones o blooms. Las mismas se producen en condiciones ambientales particulares que propician el crecimiento masivo de estos microoganismos, siendo principalmente el exceso de nutrientes disueltos en agua, temperaturas elevadas y alto tiempo de residencia del agua los principales factores que propician el desarrollo de estos blooms.
Las floraciones de cianobacterias pueden ser evidentes cuando los microorganismos que la forman se agrupan en la superficie y forman patinas verdes o verdeazuladas brillantes, siendo frecuente en ocasiones que la floración esté acompañada por un fuerte olor a tierra mojada, producto de la liberación de una sustancia conocida como geosmina. La geosmina no es tóxica ni exclusiva de las cianobacterias, sino que también es producida por bacterias y hongos presentes de forma natural en el suelo.
Sustancias tóxicas
El Dr. Diego Frau, investigador en el Instituto Nacional de Limnología (INALI-CONICET/UNL) explica que cuando ocurren estos eventos de floraciones, con posibilidad de suceder en repetidas ocasiones durante esta temporada cálida, favorecidas por la bajante de los ríos y el estancamiento del agua, es importante tomar una serie de recaudos. Esto es necesario debido a que las cianobacterias son capaces de producir sustancias tóxicas conocidas como cianotoxinas, las que son liberadas a la columna de agua, y/o sedimentos al morir los microorganismos que las contienen.
Particularmente, en caso de la laguna Setúbal u otros ecosistemas que pueden tener un uso recreativo, debe evitarse el contacto directo con el agua y los bordes húmedos de la laguna cuando se producen estos eventos. Esto se sugiere porque las cianotoxinas, y otros compuestos que producen las cianobacterias, que no han sido del todo identificados, son capaces de producir afecciones en la piel como prurito, eritemas o dermatitis. Por otro lado, en caso de que el agua que presenta una floración de cianobacterias entre en contacto con mucosas, como son ojos, oídos, boca o nariz; ya sea a partir de la producción de aerosoles durante una actividad acuática (como canotaje, ski acuático, natación, etc.) o la ingesta directa durante el baño, pueden llevar a sintomatologías similares a cuadros de gastroenteritis o de gripe, incluyendo fiebre y dolor de cabeza. La ingesta de grandes cantidades de agua, y dependiendo de la abundancia de las cianobacterias y su toxicidad, pueden ocasionar además daño hepático, en riñones, pulmones o hasta en el cerebro dependiendo de la cianotoxina que se encuentre en el agua.
Las cianotoxinas, además pueden perdurar en el agua aún después de que la floración haya terminado, siendo este tiempo muy variable de acuerdo con distintos factores. Asimismo, se sugiere no pescar ni consumir peces durante un evento de floración de cianobacterias debido a que existe la potencialidad de producirse un efecto de intoxicación por la ingesta de peces contaminados.
En el caso de los niños más pequeños, que suelen jugar en las costas de los espacios recreativos donde puede ocurrir una floración, se debe evitar el contacto con las espumas que se forman. Estas son parte de la floración producida y que se encuentra en proceso de descomposición pudiendo contener una elevada carga de cianotoxinas. Las espumas son fácilmente reconocibles por sus tonalidades blanquecinas o amarillentas.
Por último, resulta muy importante destacar que las floraciones de cianobacterias no necesariamente son tóxicas, siendo la producción de cianotoxinas variable de acuerdo con las diferentes cepas de cianobacterias. Estando esto relacionado además por factores externos a las cianobacterias como son la temperatura o la concentración de nutrientes. Sin embargo, en presencia de una floración siempre hay que suponer que ésta es potencialmente tóxica y tomar los recaudos necesarios para evitar inconvenientes en la salud.