La diputada Mónica Peralta denunció la alta contaminación en el arroyo Saladillo y pide una intervención urgente del gobierno provincial.
La contaminación en la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez es una postal conocida y repetida. Desde la Asociación Amigos de la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez vienen llevando a cabo una vigilancia ambiental, sobre todo en lo que respecta al Zanjón que atraviesa la reserva. En este marco, la diputada provincial Mónica Peralta, integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de Santa Fe, recorrió la zona junto a los jóvenes que forman parte de la Asociación de la Reserva Natural, para sumar esfuerzos en su conservación y denunciar el alto grado de contaminación actual del zanjón y del arroyo Saladillo.
Desde el año pasado la Asociación viene alertando sobre el vertido de efluentes en la zona, denunciando un peligroso aumento de los contaminantes y del daño ambiental. Además, tras las reiteradas denuncias intervino el Ministerio Público de la Acusación a través de la fiscal María Laura Martínez, quien lleva adelante el caso y el seguimiento del origen del daño ambiental, poniendo el foco en las industrias y empresas de la zona.
Por su parte, la diputada Mónica Peralta presentó un proyecto (43441) en la Legislatura, donde solicita que se informe y se investiguen las denuncias de contaminación en dicha zona del Arroyo Saladillo, aprobado en la última sesión de la Cámara de Diputadas y Diputados. «Es fundamental que el Ministerio de Ambiente avance en establecer líneas de investigación a fin de identificar y sancionar a los responsables de vertir efluentes contaminantes. Lo que ocurre en el arroyo Saladillo es perjudicial para la salud de las personas y daña el medioambiente. El olor es nauseabundo e irrespirable», expresó la legisladora luego de la última visita.
Es por esto que Peralta exige que las autoridades se hagan presentes, a través del ejecutivo provincial y del Ministerio de Ambiente, que no pueden seguir mirando para el costado. «Es necesaria su intervención para verificar lo que está sucediendo, sobre todo en el control de las empresas e industrias de la zona», agregó.
Cabe destacar también que la diputada Peralta viene trabajando en este tema con anterioridad, ya en agosto del 2020 presentó un proyecto (39542) donde solicitó investiguar las denuncias de contaminación que atraviesa la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez, y en ese caso, si el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático provincial cuenta con el registro de actas de irregularidades e infracciones por parte de las empresas químicas, de industria frigorífica y metalúrgicas que están radicadas en la zona.
El zanjón tiene la función de ser un aliviador pluvial, nace al oeste de la Avenida San Martín y desemboca en el arroyo Saladillo, en la zona sur de la ciudad de Rosario. Posteriormente se incorpora al Río Paraná, recorriendo más de 1500 metros dentro de la Reserva, siendo un área protegida de gran biodiversidad.
El último informe de daño ambiental realizado (analisis físico químico) arroja algunos números alarmantes:
La medición de Bacterias Coliformes Totales da una idea de contaminación con exceso de materia orgánica. Este tiene un valor límite para efluentes cloacales de 5000 NMP/100 m, pero en el caso del agua del Zanjón obtuvieron como resultado un valor de 4,6 millones, lo que equivale a 91 veces más que lo permitido para un cloaca.
Hay 90 veces más bacterias de excremento fecal que las permitidas.
Se percibe un olor fuerte a ácido sulfhídrico, hay espuma y algas con grasa de película blanca.
Si bien el canal es producto de la intervención antrópica, la biodiversidad del área protegida le brinda algunos beneficios como disponer de agua apta para consumo animal, favorecer el crecimiento de plantas acuáticas y albergar fauna asociada a cursos de agua como tortugas y peces, además de cumplir la función de pulmón verde de la zona.