Puente Rosario Victoria: Puente Estrella.
«Una traza que *luego de las primeras 8 horas de cortada la cinta inaugural, se llevó la vida de todas las personas del vehículo donde viaja Mariana quien se encuentra postrada en su casa en estado vigil, víctima del primer siniestro fatal que, increíblemente, ni siquiera detuvo el tránsito vehicular ese día.»
El 17 de mayo de 2021 en el Diario La Capital (ver nota al pie), el periodista Adrián Gerber se pregunta ¿cómo se la debería bautizar?, ¿quiénes son los padres de la criatura?, ¿cómo debería llamarse el Puente sin nombre que une a las ciudades de Rosario y Victoria? Además, retrata algunos de los vaivenes de la construcción de una obra emblemática de la región litoral y mesopotámica de Argentina.
Como una sucesión de fotos es imposible no volver a relatos con un fondo de agua. Cruzar en balsa o lanchones por las islas y unir las costas entrerrianas y santafesinas forma parte de relatos familiares, escolares, de gente de trabajo que vio como lejano vivir alguna vez un puente que, a la vez que uniera, potenciara el encuentro, el intercambio y esos amores a distancias pudieran finalmente abrazarse.
Recuerdo el momento de su inauguración, fue una fiesta. Una celebración para las comunidades y de la cual funcionarios del poder de turno se autoproclamaron héroes, pero la fiesta tan anunciada duró apenas 8 horas. Porque lo que no se cuenta, y sistemáticamente se ha querido negar es que priorizando intereses electorales y coyunturales de la política partidaria, con sesgo personalista en donde los colectivos no tienen lugar o solo aparece en términos funcionales, la obra se inauguró respondiendo a esos intereses mezquinos en detrimento del bien común, del progreso social, de la inclusión y por sobre todo, de una idea de ciudades en desarrollo en donde el crecimiento socio cultural se fuera instalando en términos de ciudades amables, seguras, ordenadas, previsibles, cuidadas.
Con 60 km de ruta, 12 puentes menores y un puente principal, a 23 horas de inaugurada la traza, se selló de manera fatídica lo que ha resultado ser la identidad de esta Ruta Nacional: las tragedias viales.
Tragedias que han significado la desaparición física de familias enteras, el desmembramiento familiar, las secuelas eternas de vidas truncadas por la falta de previsibilidad, de disponer de recursos adecuados y en llevar a lo concreto aquello que sin tanto eufemismo debieran haber sido y no fueron sus principales objetivos: una conexión vial segura y de progreso. Pero no, (mal) acostumbrados como nos tiene la historia política de este país, a pesar de las cientos de miles de reuniones, proyectos, investigaciones, estudios de impacto, formulados por centros universitarios, empresariales y políticos, esta traza de conexión vial se inauguró así: desprovista de banquinas, con una sola vía de mano y contra mano, con cientos de curvas, y con un río que por momentos aparece amenazante ladeando la escaza cinta asfáltica que, como serpenteando, recorre este pre-delta del segundo río más caudaloso del continente. Imágenes que como fotografías resultan una película de horror.
Entre trajes y corbatas, entre bombos y platillos, se mal inauguró una traza en donde el 94 por ciento de los siniestros viales son choques frontales. Una traza que luego de las primeras 8 horas de cortada la cinta inaugural, se llevó la vida de todas las personas del vehículo donde viaja Mariana quien se encuentra postrada en su casa en estado vigil, víctima del primer siniestro fatal que, increíblemente, ni siquiera detuvo el tránsito vehicular ese día.
Cuando la mentira es la verdad (o eso nos quieren hacer creer) los destrozados, las personas rotas, dolientes, no tenemos lugar. Pero por ese ejercicio obstinado que tenemos quienes enfrentamos los embates de la injusticia en convertir el amor en fortaleza, y la memoria en vitalidad, un 10 de junio de 2014, Día Nacional de la Seguridad Vial, familiares de víctimas viales, victimas viales, amigos, activistas, decidimos plasmar aquello que no se quiere ver. De esta manera esa traza se convirtió en un sendero de estrellas amarillas, más de 60 desde su inauguración hasta hoy. Más de miles de expedientes y pedidos de informes, notas y reuniones con el poder de turno para reclamar lo que es insoslayable a la comunidad sobre ¿el mejor de los proyectos?
El cronista se pregunta y elucubra algunos posibles nombres para ese puente sin nombre. Nosotras le decimos: “amigo periodista, no se confunda, el puente ya tiene nombre: el de las 60 estrellas pintadas sobre él clamando incansablemente seguridad vial para todos.”
Compromiso Vial – Acción Puente Estrella
Video homenaje a Mariana https://youtu.be/TJT72r0jfeI
Nota publicada 17/05/21 Diario La Capital
lacapital.com.ar/opinion/la-conexion-rosario-victoria-cumple-18-anos
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