Un día como hoy, pero del año 2018, cientos de miles de personas de todo el país copamos las calles de la Ciudad de Buenos Aires en defensa de la Universidad Pública. Un día antes, las calles rosarinas y el Parque de la Bandera sirvieron de escenario de la marcha universitaria más masiva de la historia de Rosario.
En la edición del 29 de agosto de La Materia Impertinente – el programa de radio de la COAD, referentes del movimiento docente-estudiantil nos compartieron su recuerdo y reflexiones sobre el significado de esta movilización histórica.
Docentes, estudiantes y nodocentes salimos a luchar -junto a otros gremios, organizaciones y padres y madres de estudiantes- ante el deterioro del presupuesto, la reducción real del salario docente y el ataque constante al carácter público de la educación. En agosto de 2018, las distintas ediciones de la Universidad Itinerante, las masivas marchas educativas y las movilizaciones multisectoriales con gremios de otros sectores del trabajo, fueron la expresión de un amplio rechazo popular a las políticas de ataque a la Universidad Pública y a lxs trabajadorxs en general.
La por entonces Secretaria General de COAD y actual Congresal de CONADU, Laura Ferrer Varela, se refirió a este conjunto de protestas de la siguiente manera: «La lucha del 2018, la lucha de todo el pueblo argentino, recogió una historia de resistencias y conquistas de más de 100 años». Y agregó: «No fue una lucha sectorial, peleamos en defensa de la educación pública.»
Por su parte Beatriz Introcaso, en 2018 delegada gremial de la FCEIA y ahora Secretaria Adjunta de COAD, expresó de esta manera su sentir respecto a la marcha del 30 de agosto: «Recuerdo sentir el pecho desbordando de alegría viendo tanta gente, tantas banderas, tantos colores, tantos abrazos, tanta lucha unificada. Esa marcha fue la expresión de una resistencia colectiva».
Manuel Leiva, en ese momento Secretario General de la Federación Universitaria de Rosario, proyecto hacia adelante un deseo: «Ojalá que podamos replicar la unidad para seguirla peleando por los derechos que nos hacen falta».
Hoy, a tres años de una jornada de lucha histórica, nos inspiramos en la gran unidad conseguida en la defensa de la educación para proyectar hacia adelante las conquistas que necesitamos como comunidad universitaria y como pueblo. La única lucha que se pierde es la que se abandona.