Según el Gremio el sector perdió unos 1.000 puestos laborales, la mayoría de ellos del horario nocturno. Los taxistas piden más control municipal para efectivizar el servicio.
Conseguir taxi en Rosario durante la noche se vuelve una tarea casi imposible y esa realidad se hace más visible en momentos en los cuales se juntan grandes aglomeraciones de personas tras algún evento como sucedió este sábado por la noche.
La queja es constante y este lunes, el intendente Pablo Javkin redobló la apuesta solicitando sanciones para los servicios que no cumplan con su horario nocturno.
En ese marco, desde el Sindicato de Peones de Taxis confirmaron lo dicho por el intendente pero aclararon que “lo que falta no son coches, sino choferes”. De esa manera, el Secretario General del Gremio que los nuclea reveló la realidad que viven los encargados de manejar los taxis en el horario nocturno.
“Hoy por hoy cualquier trabajador que aspire a trabajar en la actividad de taxista se encuentra con varios problemas. Uno de ellos es el tema contractual, los titulares de taxis al no sentirse controlados por el municipio registran mal a los trabajadores y los choferes trabajan de forma totalmente irregular ante la necesidad de trabajo”, explicó Gianotti y por otro lado, remarcó el tema de la inseguridad que “hace cada día más imposible el trabajo”.
En concordancia, el referente señaló que, durante los cuatro años del gobierno anterior sumado al y medio de pandemia, el sector perdió unos 1.000 puestos laborales, la mayoría de ellos del horario nocturno. Mientras que las licencias actualmente son 4 mil, pero de ese total, al menos el 25 por ciento no está circulando.
“A nadie le va a seducir trabajar en un taxi en las condiciones que hoy un titular ofrece. No se arriesgan por 50 o 60 mil pesos por mes. Además, para hacer una diferencia hay que trabajar por lo menos 12 horas diarias, es totalmente insalubre”, manifestó el dirigente gremial
Por ello, Gianotti destacó que el municipio debería preocuparse más por los controles que por las sanciones y salir a monitorear el estado en el que los choferes salen a trabajar durante la noche. “No se han cumplido ninguna de las promesas en materia seguridad, los choferes salen desprotegidos, sin mamparas y encima muchos de ellos sin obra social ni Art”, remarcó.
En tanto, exigió que “si el municipio quiere que la actividad taxista siga funcionando y que se cumpla la función de servicio público”, ellos deberían tener un control sobre los horarios sobre quien maneja y en qué condiciones.