El municipio busca baldíos para convertirlos en espacios de recreación

Entre los beneficios para los propietarios se encuentra la exención del pago de la Tasa General de Inmuebles y de la sobretasa a terrenos abandonados.

En 2021 el Municipio puso en marcha el programa Plazas de Bolsillo dirigido a lograr la transformación temporal de baldíos en espacios de uso público y comunitario que promueven la accesibilidad, el encuentro, el esparcimiento o recreación, que fomentan la interacción social y la convivencia, y mejoran el paisaje urbano y las condiciones de seguridad del barrio. En este marco, comenzó una campaña para encontrar nuevos espacios deshabitados.

“El programa Plaza de Bolsillos tiene múltiples beneficios para los propietarios que adhieren, al tiempo que también contribuye a mejorar y cuidar la ciudad; se aprovechan y recuperan terrenos privados que estaban en desuso y, en algunos casos, degradados. Con esta iniciativa buscamos que el barrio cuente con nuevos espacios verdes para disfrutar, que puedan ser epicentro de actividades culturales y deportivas, y que permitan a los vecinos y vecinas volver a conectarse con la naturaleza, con los beneficios a la salud que otorga la proximidad a lugares de estas características”, expresó la subsecretaria de Ambiente, María Cantore.

“La participación ciudadana es fundamental. Los vecinos, a través de las instituciones barriales y junto al Estado local, realizan un aporte fundamental a la hora de dotar de sentido a estos espacios. Desde el Municipio venimos trabajando en iniciativas que promueven el uso y la apropiación del espacio público, fortalecen la convivencia y mejoran el paisaje urbano”, concluyó la funcionaria municipal.

Entre los beneficios para los propietarios se encuentra la exención del pago de la Tasa General de Inmuebles y de la sobretasa a terrenos baldíos, mientras dure la afectación del inmueble al programa que estará determinado de acuerdo a la vigencia del contrato de comodato.

En el caso de adeudar pagos de la Tasa General de Inmuebles al momento de firmar el contrato, se otorgarán planes especiales de pago para saldar la deuda. Esto aplica para aquellos terrenos que sean cedidos en comodato por un plazo mayor o igual a tres años. Además, se condonarán las multas y sanciones por el incumplimiento en el mantenimiento del baldío, que hubiesen sido aplicadas por la Municipalidad de Rosario durante los tres años previos a la firma del contrato de comodato. 

Requisitos

Los terrenos que se propongan para plaza de bolsillo deben tener una superficie igual o mayor a 360 metros cuadrados, estar expuestos a altos flujos peatonales, estar en desuso, presentar características favorables para el desarrollo de actividades culturales y barriales, estar localizados en sectores urbanos que no posean plazas, parques o espacios públicos de calidad.

Las personas interesadas en participar del programa deberán completar un formulario en rosario.gob.ar.

Programa Plazas de Bolsillo

La iniciativa aprobada por el Concejo Municipal en diciembre del 2020 tiene como objetivo la transformación de terrenos abandonados o en desuso –ya sean estatales o privados– en nuevos espacios públicos, generados a partir de su cesión temporal y voluntaria para instalar dispositivos lúdicos o pequeñas plazas.

El intendente Pablo Javkin decidió implementar rápidamente el programa y al poco tiempo de aprobado el proyecto se pusieron en marcha las intervenciones en los primeros espacios, sobre un total de 20 terrenos que está previsto intervenir en los distintos distritos de la ciudad. Desde ese momento se inauguró la primera, ubicada en Rui Barbosa y Bermúdez (distrito Sur), y luego en Boedo y Baigorria (distrito Norte)Beruti y Riobamba (distrito Centro). Actualmente se están terminando los trabajos en Lima y avenida Presidente Perón (distrito Oeste) y en Vera Mujica y Pellegrini (distrito Centro).

Las plazas de bolsillo tienen diferentes funcionalidades de acuerdo al lugar donde se encuentren emplazadas. Así, se pueden encontrar espacios verdes o de paseos, para el desarrollo de huertas comunitarias, playones de actividades deportivas, canchas de fútbol, vóley, básquet y otros deportes; en tanto hay otros de uso comunitario como lo son ferias, muestras, reuniones y expresiones culturales.

Las instalaciones que se realicen en cada uno de estos terrenos serán temporarias y podrán ser retiradas una vez finalizado el contrato de comodato. De esta manera, pueden incorporarse zonas de juego, vegetación, mobiliario urbano removibles (bancos, mesas, sillas, cestos de basura, bicicleteros).

La participación de vecinas y vecinos es fundamental en la conformación de estos nuevos espacios ya que son quienes, a través de las instituciones barriales, deciden junto al Estado local cuál es la mejor manera de reconvertir esos espacios en desuso. Además, se designa en el propio barrio responsables del cuidado para su conservación y vigilancia, pudiendo ser instituciones públicas, vecinales u otras los llamados «socios activadores», que también son los encargados de dotar de sentido al espacio.

Así, las y los «socios activadores» informarán a las autoridades municipales en caso de actos de deterioro o vandalismo del lugar, y podrán proponer y desarrollar acciones y actividades concretas de índole cultural, recreativo, artístico, junto a las vecinas y los vecinos de la plaza de bolsillo, fomentando el uso responsable del espacio en beneficio de la propia comunidad.

Para su implementación el programa requiere de la intervención transversal y el trabajo conjunto de las secretarías de Obras Públicas, Planeamiento, Ambiente y Espacio Público, Cultura y Educación, y Modernización y Cercanía.

El origen de la experiencia

El programa que incentiva la creación de plazas de bolsillo surge a partir de la exitosa experiencia llevada a cabo en varias ciudades del mundo a través de la recuperación del espacio abandonado o en desuso, por medio de la reconversión de su uso en beneficio de toda la comunidad.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que apoyó la difusión de este tipo de iniciativas en distintos países de Latinoamérica, las plazas de bolsillo toman parte de la experiencia de recuperación de terrenos baldíos en el mundo de proyectos como Playground (Ámsterdam), NYC plazas (Nueva York), Esto no es un solar (Zaragoza), Parques de bolsillo (Ciudad de México) y Pocket Parks (Londres).

Ahora Rosario se transforma en una de las primeras localidades en el país en la implementación de este concepto en espacios públicos, una iniciativa coherente además en relación al histórico objetivo local del cuidado del medio ambiente. Rosario cuenta en la actualidad con 12m2 de espacio verde por habitante, cumpliendo exitosamente con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece como óptima una superficie de entre 10 y 15 m2.

Por otra parte, según los últimos datos recogidos, el 20% del suelo urbanizado de la ciudad se encuentra vacante, es decir sin mejoras declaradas. Las plazas de bolsillo permiten generar mejoras en esos espacios y se transforman en nuevos pulmones verdes en medio de la ciudad.

Estos espacios implican un impacto positivo en múltiples aspectos, entre ellos en la movilidad, ya que promueven la peatonalización de los espacios y la accesibilidad; contribuyen a mejorar la imagen urbana así como la seguridad, mediante la recuperación de espacios deteriorados con una mayor presencia de vecinos, a la par que posibilita la proyección de usos productivos de aprovechamiento comunitario como huertas urbanas, entre otros.