Los imputados están acusados de explotar sexualmente a una niña.
También se les imputa haber producido y divulgado fotografías de la víctima en ropa interior y desnuda a través de distintos sitios web para promover su explotación sexual y la de otras mujeres.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº7 de la Ciudad de Buenos Aires comenzó este viernes el juicio a una pareja acusada de captar a una niña de 16 años en la localidad de Quilmes, de trasladarla y de acogerla en un departamento ubicado en el barrio porteño de Recoleta para explotarla sexualmente.
A las personas acusadas también se les imputa la producción y divulgación de fotografías de la víctima en ropa interior y desnuda a través de distintos sitios web para promover su explotación sexual y la de otras mujeres que eran explotadas en el lugar que regenteaban. Según la acusación, para realizar esa actividad se valieron de engaños, amenazas, intimidación, hechos de violencia y abuso de la situación de vulnerabilidad.
Las personas imputadas, que se encuentran detenidas, son un hombre y una mujer, quienes llegaron a juicio como coautores del delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravado por haberse cometido contra una niña y por haberse consumado. Ese encuadre jurídico se encuentra calificado por haber mediado engaños, amenazas e intimidaciones y abuso de la situación de vulnerabilidad de la niña.
En el debate -que se reanudará el próximo viernes- interviene la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo del fiscal general Marcelo Colombo y de la fiscal federal Alejandra Mángano.
La investigación se originó luego de una denuncia formulada por la víctima en 2018. La instrucción de la causa estuvo a cargo del titular de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5, Franco Picardi.
La víctima debía permanecer en el departamento de lunes a sábados con disponibilidad de 24 horas. Dijo que fue amenazada para evitar que abandonara el lugar y que, en una oportunidad, el hombre le mostró las armas que poseía y le dijo que mataría a su novio y a su madre.
El debate comenzó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio. Luego, el juez Enrique Méndez Signori le recibió la declaración indagatoria a uno de los imputados, quien negó lo declarado en la etapa de instrucción en febrero de 2019.
Más tarde, declaró el novio de la víctima. “Con mi pareja, ella siendo menor, hicimos la denuncia porque ella estaba siendo prostituida por estas dos personas. Después me enteré que la habían amenazado con hacerle cosas a ella y a mí”, dijo.
El testigo dijo que se enteró de la situación a raíz de unas fotos que encontró un amigo suyo en una página de Escorts. “Por la cara de ella me di cuenta que algo malo estaba pasando. Estaba sobremaquillada y tenía cara de perdida. Se notaba que estaba bajo la influencia de alguna droga. En algunas fotos estaba sola y otras acompañada. Las fotos estaban publicadas con otros nombres”, señaló.
“Ella me contó que no era la única, que había más mujeres y que le pagaban menos de lo que cobraba”, agregó el testigo.
La investigación se originó luego de una denuncia formulada por la víctima en 2018, en la que detalló que en marzo de ese año la pareja imputada tomó contacto con ella a través de una persona en común que conocía de la remisería donde trabajaba atendiendo el teléfono.
Contó que la invitaron a un asado y que, en esa ocasión, uno de los imputados le dijo que tenía un emprendimiento de muebles y le habló de un departamento que tenía en la ciudad de Buenos Aires. Explicó que ese día el imputado le proveyó bebidas alcohólicas y que ella sospechó, por el modo en el que se sintió. Según señaló, le habrían hecho ingerir estupefacientes disueltos en las bebidas. Añadió que, después de ello, el hombre habría tomado videos de ella sin ropa y que después la amenazó con mostrarle esa filmación a su novio.
La joven declaró en el inicio del caso que durante el tiempo de la explotación le suministraban drogas, le cobraban multas por distintos motivos y de esa forma le generaban una deuda.
La joven refirió que, a los pocos días, el hombre volvió a contactarla para que fuera al departamento, la alagó físicamente y le dijo que “conocía gente de la tele» y que «si iba con él iba a poder crecer”. Le ofreció además trabajo como recepcionista.
Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, en virtud de estos engaños, la víctima aceptó el ofrecimiento. Declaró que el hombre pasó junto a su pareja a buscar a la víctima y ambos la llevaron al departamento ubicado sobre la avenida Del Libertador, donde supuestamente le iban a realizar un book de fotos y le dijeron que no le iban a cobrar por retratarla. Al llegar al lugar, y como en ese momento se encontraba vacío, le ofrecieron que se quedara a dormir con la excusa de que el fotógrafo iba a ir otro día, a lo que la víctima accedió.
Al día siguiente, un fotógrafo le habría tomado imágenes con poca ropa y desnuda, primero sola y luego con otras mujeres. Las imágenes luego fueron publicadas en distintos sitios web en las que se ofrecían tarifas de 2 mil pesos a cambio de relaciones anales y/o vaginales de una hora con las mujeres que allí aparecían.
Los primeros días la víctima solo atendía el teléfono y contestaba los mensajes en el lugar. Pero, a raíz de estas publicaciones, la pareja le hizo notar que varios prostituyentes se acercaban por ella “por su belleza y juventud” y comenzaron a persuadirla diciéndole que, si accedía, podía ganar más dinero. Ahí comenzaron las explotaciones sexuales que le generaron un provecho económico a los imputados. La pareja ahora juzgada le dijo entonces que, ante los clientes y el resto de las mujeres, fingiera que tenía 19 años.
De acuerdo con la acusación, en ese contexto la víctima debía permanecer en el departamento de lunes a sábados con disponibilidad de 24 horas. Si bien disponía de llaves del lugar, cada vez que salía debía dar avisos puntuales. La víctima declaró que, en reiteradas ocasiones, la pareja la amenazó para evitar que abandonara el departamento y que, en una oportunidad, el hombre le mostró las armas que poseía y le dijo que mataría a su novio y a su madre. Añadió que durante el tiempo de la explotación le suministraban drogas, le cobraban multas por distintos motivos y de esa forma le generaban una deuda.