La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) desarticuló un conjunto de maniobras de comercialización fraudulenta de más de 4770 toneladas de granos, que equivalen a unos 160 camiones con acoplado. Los procedimientos por la Dirección General Impositiva que depende de la AFIP en el sur de la provincia de Buenos Aires permitieron detectar graves irregularidades en distintas plantas de acopio. Los operativos fueron realizados por la DGI en las localidades bonaerenses de Guaminí, Huanguelén y Espartillar.
Los operadores de la cadena agrocomercial fiscalizados por las áreas especializadas de la DGI recurrían a distintas maniobras fraudulentas como la falta de registración del movimiento de los productos, faltantes de stock, así como la ausencia de documentación respaldatoria para el ingreso de la mercadería a las plantas de acopio.
Los inspectores de la DGI realizaron tareas de cubicaje para determinar capacidad de acopio y el cotejo documental y registral del cereal almacenado en las distintas plantas de acopio fiscalizadas.
Como resultado de esos procedimientos se decidió interdicatar 484 toneladas de maíz y soja al corroborarse la falta de documentación respaldatoria. Asimismo, fue posible constatar y sancionar los faltantes en el stock de acopio por 4.300 toneladas de trigo pan, cebada, maíz, alpiste, trigo, avena y soja. El valor de mercado de todo el cereal y granos fiscalizados por la DGI en el sur de la provincia de Buenos Aires alcanza a los $236.368.000, de acuerdo a las cotizaciones de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.
Las acciones realizadas por las distintas dependencias de la AFIP permitieron desarticular maniobras fraudulentas con el comercio de granos por 42.200 toneladas a lo largo de los últimos meses.
Los procedimientos se llevaron a cabo en forma articulada por la DGI, Aduana y las áreas especializadas de fiscalización de la AFIP en distintas provincias argentinas productoras de materias primas como Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Tucumán y Mendoza. A partir de 2020, el organismo fortaleció y recuperó herramientas de fiscalización y control de la producción y exportación de granos.
El trabajo coordinado desde la AFIP se focaliza en desarticular maniobras de evasión y elusión fiscal, el contrabando, los abusos en materia de subfacturación del comercio exterior, la comercialización de mercadería no declarada, y frenar operaciones de empresas truchas.