El tribunal integrado por los jueces Rafael Coria, Aldo Bilabao Benítez y Paula Álvarez tiene a cargo el juicio por el homicidio de Damián Obregón, asesinado de dos disparos la madrugada del 14 de febrero de 2020 en Lima y Amenábar.
Mauro Maximiliano Pedrini llegó a juicio acusado por el fiscal Adrián Spelta de ser el autor del ataque fatal, quien solicitó a los jueces que lo condenen a 22 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, abuso de arma y portación.
Según su versión de los hechos, aquella madrugada Pedrini interrumpió una juntada de Obregón con tres amigos, quienes estaban en la calle tomando gaseosas y vino. Discutieron por dinero y una remera tras lo que Pedrini lo invitó a su casa, que quedaba en la esquina, para resolver la situación. Diez minutos después los amigos de Obregón escucharon dos disparos y cuando fueron a auxiliarlo vieron a Pedrini con el arma en la mano, quien los amenazó a tiros, quedando uno de ellos herido en el tobillo. El acusado escapó corriendo y media hora más tarde, gracias a una denuncia de que alguien andaba por los techos de una casa, fue detenido en Gaboto al 5000, donde también encontraron el arma utilizada.
Al turno de la defensa su abogado se limitó a decir que la pena solicitada es desproporcionada y que el acusado quería contar qué fue lo que realmente sucedió aquella madrugada.
Pedrini dijo que antes del hecho fatal había estado junto a Obregón y que le insistió para que lo llevara en su moto a comprar droga. Luego de acompañarlo y volver, lo dejó donde le había pedido pero no le permitía irse. Le sacó la llave de la moto y se la tiró, momento en el que empezaron a discutir y, en medio de un forcejeo, él le rompió la camiseta a Obregón, lo que hizo que la situación se agravara.
Para calmarlo Pedrini aceptó ir hasta su casa para darle dinero y una remera. Sin embargo esto tampoco calmó a Obregón, que se puso a golpear el portón de la casa.
En esa situación Pedrini decidió agarrar el arma que tenía en su casa para asustarlo, salió y le apuntó, pero se le disparó. El acusado dijo que no fue su intención matarlo sino que solo quería asustarlo y pidió disculpas a su familia y a la madre de la víctima por todo el dolor causado.