La escalada de violencia en Rosario tocó fuerte las puertas del gobierno nacional y como medidas hasta el momento fue el envió de fuerzas federales para reforzar la seguridad en barrios calientes.
Un deja vu de épocas no tan lejanas de responder con presencia militar ante flagelos de inseguridad que seguramente tendrá un entramado mas complejo que amerita otro tipo de soluciones
Ahora bien, quien tomó la posta en la Legislatura provincial fue la diputada peronista, Matilde Bruera quien brindó sus reparos ante la medida nacional: “Estoy en contra de la intervención de las fuerzas armadas en materia de seguridad interna”, indicó en su ponencia en la sesión de este último jueves en la Cámara de Diputados y lo argumentó con el hecho de que “está prohibido por la ley de defensa nacional y no se dan las circunstancias para un apoyo logístico que no está especificado”, apuntó
Por lo pronto, durante la noche del pasado martes un contingente de 200 gendarmes arribaron a Rosario.
Para Bruera: “La crisis de inseguridad y de violencia que azota gravemente a la ciudad de Rosario, nos exige asumir con responsabilidad política, no solo medidas coyunturales y de emergencia, sino abordar de una vez por todas una ley de reforma integral de la seguridad y la reforma estructural de la policía de nuestra provincia que, ante su evidenciada corrupción, se convirtió en un serio problema para la seguridad”, indicó la diputada ante sus pares en la cámara baja provincial.
En ese orden, para la legisladora santafesina las medidas concretas para frenar la violencia, “deben vincularse a desarmar la trama del narcotráfico y sicariato y fundamentalmente el lavado de dinero que permite el sostén económico y la corrupción policial y carcelaria”.
Por esta razón, “propuse que se solicite al Congreso Nacional, la derogación de la legislación que permite el lavado de dinero”, señaló.