Tras una larga lucha del sector nucleado en ATE Rosario, se logró la efectivización de compañeros y compañeras, muchos de los cuales vieron caer sus contratos. Un paso fundamental en la pelea por trabajo digno que ingresa en un nuevo capítulo.
Según contó Juan Mollo, desde la Asamblea de Trabajadores del Ministerio de Cultura se viene de un proceso de organización y de lucha que se remonta de mucho tiempo atrás. Pero particularmente a partir de 2019 “venimos organizándonos por el pedido de pase a planta, de mejoras en las condiciones contractuales. Y finalmente después de mucha lucha se dieron el pase a planta de unos 90 compañeros del Ministerio de Cultura de acá de Rosario”.
El resultado de tanta batalla colectiva se conoció el seis de diciembre, en un marco de mucha incertidumbre. Es que los compañeros y compañeras que estaban para pasar a planta se habían quedado sin contrato, pues vencieron el 30 de noviembre. “Estuvimos una semana sin ninguna relación formal con el Ministerio, y finalmente el 6 de diciembre se dio, mediante la firma de Perotti, salieron los pases a planta”, contó el trabajador.
Si bien la celebración es insoslayable, aún queda mucho por hacer. “Desde la asamblea estamos sosteniendo otros reclamos que son muy antiguos, como la equiparación salarial, ya que el personal contratado que cumple tareas y responsabilidades igual al personal de planta están con un salario muy desfasado. Aunque se dieron los pases a planta todavía quedan muchas compañeras y compañeros en esa situación”, profundizó.
Para dar una idea de los montos de la precarización, el salario de los contratos anuales era de $31.850 pesos y ahora, con la renovación anual que se hizo aduciendo una limitación técnica, no se pueden aumentar más del 30%. Por lo que los contratos nuevos que han firmado quedaron en $41.400 pesos. “A eso hay que descontarle los gastos de monotributo, que el año que viene van a aumentar muchísimo. Los compañeros y compañeras que siguen con estos contratos quedan con un sueldo realmente muy bajo, muy desfasado y encima quedan congelados hasta el año que viene, que se renuevan los contratos.”, adelantó Mollo.
Por todo esto el reclamo de igual remuneración por igual tarea seguirá vigente, como la exigencia del cese de contratos basura y vínculos laborales precarios. “Los más precarios son los que se llaman Artículo 116, que son contratos mensuales, es decir que el trabajador tiene que facturar mes a mes como si fuera un proveedor del Estado que brinda un servicio y sus salarios incluso llegan a ser más bajos que los contratos anuales. Y en una forma totalmente irregular, también pagándose el monotributo, la obra social, etcétera, y sin derechos laborales básicos como son el aguinaldo y las vacaciones”, recordó Juan.
Otro de los puntos que exige el sector es el de las estructuras ministeriales. Al no estar aprobadas las estructuras del Ministerio no hay posibilidad de hacer carrera, porque no están financiados algunos cargos de áreas que son fundamentales, de coordinación y etcétera. De modo que esos roles de mayor responsabilidad en muchos casos son afrontados por compañeros que tienen las categorías más bajas porque no están las estructuras.
“Obviamente que el hecho de que se hayan dado los pases a planta es un avance importantísimo para nosotros pero seguimos sosteniendo los otros reclamos que consideramos fundamentales. También hasta noviembre a los compañeros del Museo del Deporte, que estaban precisamente es uno de los lugares más precarizados porque están con estos contratos mensuales, les estaban debiendo siete meses de sueldo, desde abril que no les pagaban. Y gracias a un proceso de lucha y organización se logró que hacia noviembre se salde esa deuda y que se paguen los meses adeudados. Al día de hoy se han puesto al día con esa deuda que era una cosa tremenda”, recordó.
“Seguiremos organizándonos y evaluando los pasos a seguir obviamente con el alivio de que se hayan dado los pases a planta”, concluyó Mollo.