Lic. Gustavo Menin (UNR).
En la política se construyen verdades sobre cómo se comporta el votante y cuáles son las maneras más efectivas de convencerlos. Muchas veces están solapadas en las propuestas de acción que realizan los políticos y sus equipos en el marco de las campañas electorales o en la comunicación de gestión.
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“el problema más importante para los votantes, es la razón por la cual eligen a sus candidatos”.
Este presupuesto se encuentra en la obviedad de hablar de los temás que miden mejor en las encuestas como principal problema. Si los votantes dicen que la inseguridad es el principal problema, entonces debemos hablar de ello para convencerlos. A pesar que no existen estudios en Argentina que demuestren que la agenda es la que termina definiendo las preferencias electorales de los votantes sino todo lo contrario, este principio está presente en las estrategias mediáticas de la mayoría de los candidatos.
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“quienes no eligen al oficialismo son necesariamente opositores”.
Otro presupuesto suele ser que quienes no votan al oficialismo se encuentran necesariamente en contra del mismo. Por tanto, las fuerzas opositoras deben criticar libremente al oficialismo para coincidir con las supuestas creencias de los votantes que no eligen al gobierno de turno. En las agendas locales esta lógica puede ser contraproducente porque las agendas nacionales y locales se encuentran mezcladas dependiendo del tipo de electorado.
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“los votantes ordenan a los espacios políticos de derecha a izquierda”.
Esta lógica lleva a conclusiones del tipo: “los votantes del socialismo son compatibles con los votantes del peronismo”. Esto supone básicamente que los votantes tienen una lógica de izquierda-derecha por las cuales ordenan a los partidos políticos y eligen sus preferencias, cuando en realidad las marcas políticas son mucha más que eso.
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“la salida en los medios garantiza que los candidatos sean conocidos”.
Otra lógica presente en la política, es que la presencia en los medios de comunicación garantiza el nivel de conocimiento de los candidatos. A pesar que este sea una parte de la respuesta a la cuestión del conocimiento de los candidatos, no es toda la solución a este problema. Esta lógica también viene aparejada de presunciones del tipo “el conocimiento se logra en campaña”, cuando la instalación es un proceso de largo plazo.
En términos generales los medios de comunicación generan distorsiones en la interpretación de la opinión pública y, además, la clase política muchas veces intenta comprender al electorado bajo categorías que son propios de la política y no de los votantes. Para salir de estos laberintos, siempre es necesario tener un análisis profundo de información técnica, para darle efectividad a las estrategias políticas en campañas electorales, en comunicación de gestión o de crisis.