12 de marzo será Día Municipal de la Educadora Popular

El 12 de marzo será el Día Municipal de la educadora popular en conmemoración del fallecimiento de “Checha” Frutos.

De la concejala Jesica Pellegrini, de Ciudad Futura-FSP, a quien acompañaron sus pares de bancada, Pedro Salinas, Caren Tepp y María Luz Olazagoitía; Norma López, del Frente de Todos-PJ; la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, y Andrés Giménez, de Unidad Ciudadana, se votó una ordenanza que establece el 12 de marzo de cada año como Día Municipal de la Educadora Popular, en conmemoración del fallecimiento de Antonia “Checha” Furtos, quien fuera docente y dirigente histórica de la Biblioteca Popular “Constancio C. Vigil”, ocurrido el 12 de marzo del 2017, “por su aporte en la construcción de experiencias educativas de gestión popular”.

La propuesta contó con los votos en contra de los ediles Alejandro Rosselló, Germana Figueroa Casas, Ana Laura Martínez y Carlos Cardozo, de Juntos por el Cambio, y la abstención de Daniela León, de la Unión Cívica Radical/Juntos por el Cambio.
En el inicio del debate el edil Rosselló solicitó su vuelta a comisión porque consideró que debía ser analizado también por la comisión de Cultura, y no sólo por Feminismos y Disidencias, iniciativa que no prosperó.

Se expresaron sobre el tema las concejalas Pellegrini y Tepp, de Ciudad Futura-FSP; Rosselló, Figueroa Casas y Cardozo, de Juntos por el Cambio; León, de la UCR-Juntos por el Cambio; Roy López Molina, de Cambiemos; Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, y María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular.

Expediente 254755 de la concejala Pellegrini
Aprobado por mayoría reglamentaria, con los votos negativos de los concejales Cardozo, Rosselló, Martínez y Figueroa Casas; con la abstención de la concejala León.

VISTO:

La potestad de los gobiernos locales de conmemorar los hechos históricos o significativos que formen parte de su idiosincrasia y de su vida pública.

El aniversario de la muerte de Antonia “Checha” Frutos, el día 12 de marzo, docente y dirigente histórica de la Biblioteca Popular Constancio Vigil, gran proyecto pedagógico cultural que se erigiera en el barrio Tablada de nuestra ciudad en la segunda mitad del siglo XX, y

CONSIDERANDO:

Que la Biblioteca Vigil nace en 1959 tras formar parte de la asociación vecinal del entonces barrio Tablada y Villa Manuelita. En pocos años, su potente fuente de financiamiento autónomo la volvió una organización mutual de carácter popular sin precedentes en la región y el país.

Que hacia principios de la década de 1970, La Vigil ya era jardín de infantes, instituto secundario, escuela primaria, servicio bibliotecario, editorial, talleres de producción, museo de ciencias naturales, observatorio astronómico, universidad popular, centro recreativo, cultural y deportivo, caja de ayuda mutua, guardería y centro materno infantil.

Que quienes construyeron la Biblioteca Popular Vigil le torcieron el brazo a políticas que desde siempre generaron desigualdad, mejorando la calidad de vida de miles con la certeza de que ello era posible a través del trabajo colectivo y la cultura popular.

Que en ese sentido, la historiadora Natalia García señala el carácter único e irrepetible de la Vigil, en nuestro país y fuera, en cuanto a la magnitud, los alcances de una organización civil hecha desde abajo que se convirtió en la institución educativa, mutual y cultural más importante de América Latina.

Que la historia de la Biblioteca Popular Vigil está indisolublemente ligada al nombre de Antonia “Checha” Frutos ya que su impronta y aporte a esa construcción colectiva aparece desde los inicios de la institución, su desmantelamiento e intento de destrucción por parte de la dictadura genocida, su recuperación y la reconstrucción colectiva de la memoria y búsqueda de justicia.

Que la historia de Checha como maestra comienza con la de Vigil. Se entrelazan y resulta impensable hablar de una sin la otra. Ingresa a la sub-comisión de la Biblioteca de la entonces vecinal de Tablada en 1958, recién recibida de maestra normal, luego de sufrir – según relataba- la discriminación de la élite del Normal 1 por ser hija de obreros.

Que en el año 1959 se separan de la vecinal y emprenden un camino sin retorno, el de construir una cultura popular en uno de los barrios más postergados de la ciudad, generando un colectivo que creció y creció, materializando desde el corazón de Tablada la demostración de que otra ciudad era posible.

Que en dicha institución Checha fue directora del jardín de infantes y fundadora y asesora permanente de la escuela primaria. Durante algunos años fue además la secretaría técnica junto a López Dabat en el Departamento Educación.

Que la experiencia pedagógica de la Vigil como experiencia de gestión popular ha sido reconocida internacionalmente.

En palabras de Checha: “Trabajábamos en una escuela donde no se podían aplicar ni premios ni castigos. Donde no se hacía fila para entrar al aula, porque no era ni un cuartel, ni una cárcel, ni un templo; era la escuela. Esto lo habíamos aprendido en ese entonces de haber leído a Freire, también por haber leído al Padre Milanide la Escuela de Barbiana, el movimiento tercermundista, que decían justamente que la obediencia no es una virtud, sino que había que preguntar, cuestionar y, sobre todo, opinar. Eso se constituyó, por supuesto, en una educación peligrosa y prohibida”.

Que debe reconocerse y destacarse el rol de las personas que como Checha han contribuido a consolidar un proyecto colectivo y solidario, de innovación en la gestión social de lo común que llevó a la Vigil a constituirse en un ejemplo de organización popular de avanzada, así como de lucha por su recuperación siempre en clave colectiva.

Que la intervención de la institución por parte de la dictadura cívico militar en febrero de 1977 no sólo implicó el intento de destrucción y devastamiento de esa experiencia colectiva y solidaria única en América, sino también la persecución y comisión de delitos de lesa humanidad contra los miembros de la Comisión Directiva, cooperadores, padres, madres, asociados, docentes y estudiantes de la institución.

Que tanto Checha como su familia fueron víctimas directas del accionar genocida, siendo esa condición junto con los delitos sufridos por la institución, los que motivaron su constitución como querellante en la mega causa Feced 3 de nuestra ciudad donde tuvo un rol protagónico, prestando su valioso testimonio en reiteradas ocasiones y contribuyendo en la inmensa tarea de reconstrucción de la memoria colectiva de lo que fue la histórica Vigil, no sólo en el plano judicial sino también en la propia institución.

Que en agosto del año 2012, Checha prestó testimonio en la causa mientras la misma se encontraba en etapa instructoría. Allí señaló: “Yo agregaría que, a mi entender, además del robo y el enriquecimiento de algunas personas que se enriquecieron con la Vigil, hubo una clara intención de anular una forma de ver o vivir la vida, porque esta particularidad de cultura popular, solidaria, no autoritaria, reflexiva, haciendo a la gente pensar y desarrollarse, no era conveniente para la clase dominante. Éramos vistos como personas peligrosas y por eso hablaron del trapo rojo, del semillero de marxistas y hasta un director delirante dijo que desde el observatorio nos comunicábamos directamente con Moscú; todo este delirio de gente de pensamiento cercenatorio, totalmente opuesto a lo que la Vigil pretendía. Si bien nosotros éramos pluralistas, con gente de distintos partidos políticos, no quiere decir que no hubiera una política en el accionar, sobre hacia dónde apuntaba la educación; no era amansar, sino participar; la escuela no era amansadora. Cuando se da este tipo de educación, se transforma en una educación peligrosa y prohibida”.

Que el proyecto político de Vigil fue tan inmenso que su pretendido aniquilamiento demandó un proceso liquidatorio de más de 30 años, uno de los más vergonzantes para nuestro sistema de justicia, porque no solo saqueó y desmanteló lo mejor de Vigil durante la dictadura, sino que continuó durante décadas de democracia. Pero a pesar de la inacción de los funcionarios de la democracia recuperada, la asamblea de socios de Vigil retomó sus banderas, con una Checha mostrando que, a pesar de la tragedia que su familia sufrió, mantenía su compromiso y sus convicciones intactas.

Que en ese sentido, debe resaltarse su labor fundamental no sólo en la construcción de Vigil, sino también en el camino de la recuperación institucional que se transita desde el año 2004, desempeñándose como secretaria de la Comisión directiva entre 2012 y 2014.

Que experiencias de educación popular similares a la de Vigil se han multiplicado en nuestro país desde la recuperación de la democracia, fundamentalmente luego del año 2001 en que surge con fuerza la experiencia de los bachilleratos populares, sobre todo en capital federal y provincia de Buenos Aires, cuando los movimientos sociales territoriales y las fábricas recuperadas deciden comenzar autónomamente a garantizar el derecho a la educación de las comunidades en las que se desarrollan.

Que en nuestra ciudad, experiencias pedagógicas de avanzada como la institucional y social de Vigil así como la experiencia de la Escuela Serena, enmarcada en el proyecto escolanovista de las hermanas Olga y Leticia Cossettini entre 1935 y 1950, se han convertido en referencia inspiradora para otras experiencias de educación popular de la ciudad, que van desde proyectos como el de la Facultad Libre a las Escuelas de Gestión Social (EGS), entre las que se encuentran: la Escuela ÉTICA en Nuevo Alberdi Oeste y el Bachi de Tablada (secundarias para adultos), el Jardín de la Escuela ETICA (nivel inicial) y Universidad del Hacer.

Que la educación de Gestión Social abre un nuevo campo de posibilidades a la hora de repensar, no sólo las prácticas tradicionales sino a la transformación de los programas y dispositivos institucionales, allí donde se abren espacios de incertidumbre o de pregunta o vacío de respuestas estatales entran en juego las propuestas de producción de otros sentidos; las trayectorias escolares se transforman en verdaderas construcciones colectivas que afectan (en tanto afecto y afectación) en quienes la llevan adelante, tomando en cuenta contextos, recursos y potencialidades como así también deseos y expectativas.

Que cada una de las experiencias de educación de gestión social, lejos están de convertirse en recetas que puedan ser reproducidas infinitamente; son espacios enmarcados en territorios concretos que buscan la manera de encontrar las claves en la experiencia concreta demostrando que es posible cierta transformación educativa si se democratizan los espacios de decisión, se incluye en los tiempos escolares la movilidad propia del deseo y se reconstruyen los vínculos sociales desde el amor. Como dice Silvia Duschatzky: » Se trata de inventar modos que amplíen nuestro poder de decidir y actuar en el medio de las tensiones en las que estamos. La democracia no pide declamaciones sobre ella sino expresarse en prácticas abiertas de hacer lo común. La escuela aloja distintas vidas. Queda aprovechar ese escenario multitudinario para hacerlo experiencia compartida».

Que poner de resalto el valor de la educación popular y de mujeres que como Checha marcaron un rumbo en ese camino, contribuye sin lugar a dudas a avanzar hacia una ciudad más justa,libre e igualitaria».

Por lo expuesto, esta Comisión eleva para su aprobación el siguiente proyecto de:

O R D E N A N Z A

Artículo 1°.- Declárase al día 12 de marzo de cada año, a partir de la sanción de la presente, como el “Día Municipal de la Educadora Popular”, en conmemoración del fallecimiento de Antonia “Checha” Frutos, docente y dirigente histórica de la Biblioteca Popular Constancio Vigil, ocurrido el día 12 de marzo de 2017, por su aporte en la construcción de experiencias educativas de gestión popular.